Merkel descarta cambios en la política europea si vuelve a ganar las elecciones este domingo

  • El portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, alemán ha asegurado que Merkel apostará por "más Europa" si gana las elecciones generales de este domingo.
  • Seibert ha matizado que eso no significa que Alemania vaya a transferir más facultades a la Comisión.
  • El Gobierno alemán se ha reunido este miercoles por última vez antes de los comicios, pero asegura que no ha habido despedidas.
  • PERFIL: Angela Merkel, el dominio implacable apuntalado en la sangre fría de una política atípica.
La canciller alemana, Angela Merkel, tras la última reunión de su equipo de Gobierno antes de las elecciones generales.
La canciller alemana, Angela Merkel, tras la última reunión de su equipo de Gobierno antes de las elecciones generales.
EFE
La canciller alemana, Angela Merkel, tras la última reunión de su equipo de Gobierno antes de las elecciones generales.

El Gobierno alemán ha descartado que Angela Merkel vaya a imprimir cambios en la política europea si es reelegida canciller este domingo en las urnas: "Continuidad es la palabra clave", subrayó su portavoz, Steffen Seibert.

En la rueda de prensa celebrada tras la última reunión del Ejecutivo antes de los comicios, Seibert aseguró que no habrá "marcha atrás" en la política europea y rechazó así una información publicada por el diario económico Handelsblatt sobre la supuesta decepción de Merkel con la Comisión Europea y su eventual decisión de hacer amplias transferencias de competencias a Bruselas.

Merkel, subrayó el portavoz, apuesta por "más Europa" con el objetivo de lograr una estabilización duradera de la economía y de la unión monetaria.

Según explicó, ello no implica obligatoriamente nuevas transferencias de facultades a la Comisión; el objetivo es lograr un mayor compromiso y una coordinación más fuerte de los Estados miembros y Bruselas en favor de las reformas necesarias.

Sobre la posibilidad de que en el futuro se devuelvan competencias a los Estados miembros, Seibert se remitió a una entrevista concedida por Merkel este verano en la que no lo descartaba.

Cuatro días para las elecciones

El Gobierno de Angela Merkel ha celebrado este miércoles su última reunión antes de las elecciones generales del domingo, una sesión con aires de despedida por la debilidad de los socios liberales, que entraron en el Ejecutivo con un 14,6% de los votos y a los que ahora los sondeos sitúan en la cuerda floja del 5%.

"¿Despedida? No, no hubo despedidas. Fue una reunión de trabajo, como las anteriores", zanjó Seibert, en el turno regular tras el Consejo, a una pregunta sobre los presuntos adioses de la canciller a algunos miembros del Ejecutivo. "No es tiempo de balances", añadió Seibert, amparado en que el Ejecutivo sigue con su trabajo más allá de los comicios del domingo, hasta que tome el relevo el equipo siguiente, sea del signo que sea.

El único balance que emitió Seibert fue estadístico: 491 leyes aprobadas y 158 consejos de ministros, de ellos 144 presididos por Merkel y el resto por uno de sus vicecancilleres -el titular de Exteriores, Guido Westerwelle, o del de Economía, Philipp Rosler, ambos liberales. Ha sido un equipo repetidamente definido como el más "integrador" de la historia alemana: una canciller crecida en el Este, un titular de Exteriores homosexual, el de Finanzas en silla de ruedas y el de Economía nacido en Vietnam, adoptado de niño por una pareja alemana.

El FDP se convirtió en aliado de Merkel tras lograr en 2009 el mejor resultado de su historia en unas generales, lo que posibilitó a la canciller liberarse de los socialdemócratas con los que gobernó en su primera legislatura. La clave del éxito electoral se atribuyó a Westerwelle, por entonces dinámico líder de los liberales.

Ya en las negociaciones de coalición se vio que no todo iba a ser armonía en ese gobierno. El tira y afloja entre las filas de Merkel y los liberales, hasta firmar el pacto de coalición, fue más intenso que el de cuatro años atrás entre la misma canciller y los socialdemócratas.

Westerwelle pasó de ser considerado artífice del auge liberal a responsable de la crisis de electorado y fue sustituido como líder de la formación y como vicecanciller por Rösler.  El relevo no ayudó a recuperar terreno.

Las elecciones bávaras del domingo pasado dejaron al FDP malherido, por quedar sin escaños a una semana de los comicios generales. Merkel, que en la legislatura lidió con los disensos internos, no está dispuesta a regalar votos, apunta en cada uno de sus mítines de fin de campaña.

Mientras, el aspirante socialdemócrata, Peer Steinbrück, pelea por un difícil gobierno de centroizquierda consciente de que su partido puede verse abocado de nuevo a una gran coalición.

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