Los centros de acogida de animales catalanes no pueden acoger a más mascotas

Los centros de acogida de animales de Catalunya están hasta los topes y no pueden admitir a más mascotas abandonadas. No pueden alojarlos porque el alud es tal que no tienen más espacio. Actualmente, la Liga de Barcelona acoge a unas 300 mascotas y no puede atender a las 80 peticiones diarias que recibe. Detrás, está el aumento del abandono y el descenso de las adopciones, en gran parte motivados por la crisis.

«Este verano ha sido dramático», resumía la directora de la Liga para la Protección de Animales y Plantas, Mercedes Hernández. «El centro está a reventar, no hemos podido asumir más entradas», lamentaba Hernández, que recibe una media de 80 llamadas diarias pidiendo abandonar su animal de compañía.

Actualmente, en las instalaciones de Sarrià viven realojados 100 perros y 200 gatos. Hernández concreta que «para estar bien», la instalación debería albergar únicamente 70 perros y 150 gatos. Y lo que es peor, esta situación se repite en toda Catalunya, según narran las protectoras, que culpan del «caos» actual al descontrol en la cría de animales y su venta.

«Los ayuntamientos no están tomando medidas» para facilitar la castración y multar a quien venda camadas incumpliendo la normativa, apuntan tanto Hernández como Yolanda Valbuena, directora del Área Jurídica de la Fundación Altarriba. «Si se persiguiera la venta ilegal de un perro -de un ser vivo- como se persigue un bolso falsificado de Dolce Gabbana, no estaríamos en esta situación», sentenciaba Valbuena.

Pone como ejemplo que «desde hace cinco años», una mujer venda en pl. Catalunya cachorros por tan sólo 100 euros. Valbuena se quejaba de que «la gente piensa que esto es normal porque la policía no hace nada».

La crisis ha conllevado que los propietarios de animales de compañía se vean obligados a abandonar a sus mascotas por falta de dinero. Las protectoras confirman que cada vez son más las personas que acuden a ellos «con gran tristeza e impotencia» porque deben ir a vivir a un piso compartido o han perdido la casa y no pueden llevarse al perro.

Las protectoras concluyen que cerca del 20% de las peticiones de abandono que reciben se deben a la crisis.