La Comisión Europea (CE) ha concluido que el coste de la venta del Banco Gallego es "inferior" al de la "simple liquidación", por lo que ha aprobado el plan de reestructuración del organismo por el que la entidad gallega se integrará "plenamente" en el Banco Sabadell, dejando de existir como sociedad independiente.

La decisión de la CE sobre el plan ha sido tomada al entender que éste "se ajusta a las normas sobre ayudas estatales de la Unión Europea" y "garantiza su viabilidad a largo plazo sin el apoyo continuado del Estado", ha comunicado mediante nota de prensa el órgano ejecutivo.

La Comisión Europea ha asegurado que "la absorción de las pérdidas soportadas por el Banco Gallego y sus accionistas garantizará un reparto satisfactorio de las cargas y una contribución propia adecuada a la financiación de los costes de reestructuración". Asimismo, ha señalado que "la desaparición del Banco Gallego como entidad autónoma limitará el falseamiento de la competencia derivado de la ayuda".

"El importe de las ayudas estatales recibidas por el Banco Gallego en forma de medidas rescate de activos deteriorados así como de la ayuda abonada en el contexto de la venta al Banco Sabadell, ascenderá aproximadamente a 867 millones de euros en forma de aportaciones de capital o medidas equivalentes y a 806 millones de euros en garantías", han explicado.

La organización europea ha asegurado que "la transferencia de sus activos" a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), limitará "aún más el impacto de la mayor devaluación de los activos de más riesgo" y contribuirá a "restaurar la viabilidad" de la entidad financiera.

Profunda reestructuración

El Sabadell —"uno de los cinco grandes grupos bancarios españoles"— será el que compre el Banco Gallego, tras haber sido seleccionada "la mejor oferta del mercado", reduciendo "al mínimo el importe de la ayuda necesaria".

El Banco Sabadell realizará una "profunda" reestructuración de la entidad de Galicia y lo "integrará en su propio negocio", así, la Comisión espera que el Banco Gallego "recupere la viabilidad a largo plazo", con la integración "en una entidad de crédito sólida".

El Banco Gallego, propiedad de NCG desde enero de 2013, se centraba en los segmentos de las pymes y la banca de primera línea (personal y privada) y, en los últimos años "atravesó un periodo de expansión geográfica y ampliación de su negocio", ha destacado la Comisión.