El caso del espionaje de Método 3 en el restaurante La Camarga toma una nueva dimensión judicial. El magistrado que lleva el caso ha imputado a la responsable de finanzas del PSC, Lluïsa Bruguer.

El juez apunta a que el encargo de grabar la conversación entre la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y María Victoria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola, fue obra de los socialistas.

El nombre del diputado del PSC en el Congreso José Zaragoza también apareció en la investigación tras saberse que había realizado encargos a la agencia de detectives Método 3.

La policía nacional ha entrado en la sede del Partit dels Socialites de Catalunya en la calle Nicaragua de Barcelona y ha incautado el ordenador de Bruguer.

El secretario de organización del PSC, Esteve Terradas, está dando explicaciones sobre los hechos. En un breve comunicado a modo de declaración institucional ante los numeros medios congregados en la sede del partido ha confirmado que "el PSC no ha participado ni tienen ninguna responsabilidad" con el caso de espionaje.

Terradas ha asegurado que no han hablado aún con el exsecretario de organización, José Zaragoza, y que la única relación que une al PSC con Método 3 han sido trabajos de seguridad en locales pertenecientes al partido y a cargos electos de la formación.

Ha reiterado la máxima colaboración del partido con la justicia y que el PSC es "el primer interesado" en aclarar los hechos, cuyas diligencias se encuentran "en secreto".

La expectación está siendo máxima en la sede del partido en la calle Nicaragua. Terradas ha afirmado desde allí que los agentes policiales han permanecido unos 45 minutos dentro de la sede. La policía judicial se ha llevado el ordenador de la gerente para buscar pruebas de si se encargó desde el PSC la grabación de la polémica conversación en el restaurante La Camarga. Pronto podría levantarse el secreto de sumario.