Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 5 de junio a siete miembros de una red por amenazar a menores, a quienes previamente se habían ganado su confianza, por difundir imágenes de cibersexo si no mantenían relaciones sexuales con ellos.
La operación se ha llevado a cabo en Barcelona, Vic, Gironella, Lleida, L'Hospitalet de Llobregat y Sant Feliu de Guíxols, en Cataluña; y en Cangas (Pontevedra) y Alfaro (La Rioja). Los detenidos, de entre 20 y 47 años, se intercambiaban archivos pedófilos y amenazaban, coaccionaban y extorsionaban a las víctimas. Según fuentes policiales, en algunos casos, habían planificado los encuentros con menores para mantener relaciones, a pesar de que no llegaron a consumarla.
La investigación se inició en 2011 a raíz de la denuncia de un menor de 14 años que fue víctima de abusos sexuales y que acabó con la detención de un hombre como presunto autor de los delitos de corrupción de menores, abusos sexuales sobre menores y de tenencia, distribución y producción de imágenes de pornografía infantil, como resultado de su actividad en Internet.
Los Mossos obtuvieron pruebas a partir de las indagaciones sobre las relaciones y comunicaciones a través de servicios de chat y redes sociales del detenido con personas de su confianza. Con esta información, se puso una marcha una operación que ha acabado con la detención de estas siete personas, de entre 20 y 47 años, vecinos de Barcelona, Vic, Gironella, Lleida y Sant Feliu de Guíxols (Cataluña); Cangas (Pontevedra) y Alfaro (La Rioja), que se intercambiaban archivos pedófilos y amenazaban, coaccionaban y extorsionaban a víctimas menores de edad.
Estas coacciones se basaban en la difusión de imágenes íntimas de las relaciones de cibersexo que les obligaban a mantener, como paso previo al contacto físico, que finalmente no se acabó produciendo.
Trabajaban con niños
Según los Mossos, los detenidos tenían como perfil común la afinidad pedófila y la relación cotidiana y de acceso que tenían con los menores. Uno de ellos era un falso fisioterapeuta que trabajaba en un centro de su propiedad en Lleida y que se aprovechaba de la confianza profesional-paciente; otro había sido monitor de niños y promotor de grupos musicales juveniles.
A partir del análisis de parte del numeroso material intervenido a los detenidos, se ha encontrado gran cantidad de imágenes y vídeos de sus víctimas y de pornografía infantil, así como las conversaciones y los intercambios de archivos que mantenían entre ellos de manera continua. Hasta el momento hay tres víctimas menores de 14 años, a pesar de que después del análisis del resto del material no se descarta que pueda haber más.
La Guardia Civil colaboró con los Mossos d'Esquadra en las entradas en los domicilios de los detenidos de Cangas (Pontevedra) y Alfaro (La Rioja). Todos los detenidos quedaron en libertad con cargos.
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