La Consellería de Traballo e Benestar "reorganizará" los centros de día con menor ocupación en Galicia para "dotarlos de contenidos" alternativos e "incrementar su potencial" de uso. Estos centros, la mayor parte en pequeñas poblaciones rurales, contarán con servicios adicionales como fisioterapia, talleres de memoria o consulta psicológica.

Así lo ha anunciado este viernes la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, durante la presentación de la nueva estrategia de planificación de recursos y servicios sociales, que concierne a los centros de día y que parte de un análisis de la demanda y la oferta actual en Galicia.

Según ha recordado la conselleira, el 15 por ciento de las plazas de centros de día en Galicia están vacías. Sin embargo, esta situación es más evidente en las áreas rurales, donde los mayores rechazan usar este tipo de servicios y prefieren quedarse en sus casas. Así, por ejemplo, el centro de día ourensano de A Rúa está a un cuarto de su ocupación total.

Frente a esto, en las ciudades y grandes áreas de población, la demanda de centros de día supera en muchos casos la oferta, algo que se incrementará en los próximos años. Según ha confirmado Beatriz Mato, el 30 por ciento de los 204 demandantes de este servicio sin atender se sitúan en las áreas urbanas de A Coruña y Vigo.

Prefieren su casa

Tal y como refleja el análisis de la Xunta, el 87,3 por ciento de las personas mayores de 65 años en Galicia prefieren vivir en su casa aunque sea solos. Frente a esto, el 3,8 por ciento se decanta por una residencia para mayores.

Sin embargo, si se tiene en cuenta el tamaño de la población en la que vive la persona encuestada, en las poblaciones de menos de 5.000 habitantes prefieren vivir en sus casas el 89,3 por ciento, mientras que el 1,1 por ciento apuestan por una residencia. En el ámbito urbano, de más de 100.000 habitantes, el 84,4 por ciento se decantan por su domicilio y el 8,1 por ciento lo hace por una residencia.

El usuario tipo que demanda un Centro de Día es un mayor dependiente, en grado II o III, que requiere ayuda para la mayor parte de las actividades diarias y convive con familiares cuya situación laboral no les permite dedicarles todo el tiempo.

En este sentido, el 43 por ciento de los usuarios tienen entre 75 y 84 años y el 40 por ciento más de 85 años. Asimismo, el mayor porcentaje —un 49 por ciento— tiene dependencia Grado II, lo que implica la necesidad de poner en marcha cuidados adaptados a esta situación que eviten en la medida de lo posible el "empeoramiento" de los dependientes.

En cuanto a la localización actual de los dependientes en Galicia, el 40 por ciento residen en localidades de menos de 500 habitantes, mientras que en España es el 7 por ciento de los dependientes los que residen en este tipo de poblaciones. De hecho, según los datos de la consellería, uno de cada tres dependientes españoles que vive en poblaciones de menos de 500 habitantes es gallego. En las poblaciones de más de 10.000 habitantes viven el 68,05 por ciento de los dependientes españoles, y el 36,69 por ciento de los dependientes gallegos.

La cobertura de plazas de centros de día en relación a la población mayor de 65 años se sitúa en Galicia cerca del 1 por ciento que recomienda la Unión Europea, por encima de la media de España y de países como Suecia, Finlandia o Inglaterra.

Al mismo tiempo, presenta una cobertura del 11,86 por ciento de la población dependiente en grado II y III. Esto indica en algunas zonas una cobertura superior a la demanda, puesto que, según la encuesta de Traballo, la opción del centro de día es preferida sólo por el 3,8 por ciento de los mayores de 65 años y por el 8,1 por ciento de los que residen en poblaciones de más de 100.000 habitantes.

Cobertura suficiente

Según los datos recabados por la Xunta, la oferta actual es superior a la preferencia observada entre la población potencialmente usuaria, aunque los problemas aparecen a la hora de determinar la localización de estos centros.

De hecho, se observa un incremento, actual y futuro, de la demanda en las áreas urbanas, frente a un menor uso de los recursos existentes en las áreas rurales y poblaciones más pequeñas.

La intención de Traballo es planificar a partir de ahora los recursos en consonancia con estos datos, primando los nuevos centros en áreas de mayor demanda y diversificando las actividades de los centros que presenten una menor ocupación para evitar el empeoramiento de casos de dependencia.

En este sentido, Beatriz Mato ha descartado que vaya a cerrarse ningún centro de día, y ha apostado por incrementar sus servicios con fisioterapia o programas de fomento de la memoria y la autonomía personal. Los nuevos centros tendrán en cuenta que son más rentables en zonas urbanas y en las que los usuarios no tengan que desplazarse más de 15 o 20 minutos para llegar a ellos.