Los ministros de Comercio de la Unión Europea han logrado el acuerdo necesario para fijar la posición europea e iniciar las negociaciones formales con Estados Unidos para un acuerdo transatlántico de comercio e inversión, tras salvar las reservas de Francia que bloqueaba este paso por sus exigencias para sacar el sector audiovisual de las negociaciones, según han confirmado fuentes europeas.

La fórmula para facilitar el acuerdo deja fuera el capítulo audiovisual en el comienzo de los contactos con Washington, pero deja la puerta abierta para recuperarlo más adelante en el curso de las negociaciones, si así lo deciden por unanimidad los Estados miembros en una nueva decisión que tendrán que volver a debatir.

Esta es la propuesta que ya pusieron la Comisión Europea y la presidencia irlandesa de la UE en la mesa horas antes, pero que ha sido "matizada" para superar los últimos escollos que frenaban a Francia, han explicado las fuentes.

Los ministros europeos han pactado esta posición, para la que era necesaria la unanimidad, en Luxemburgo y tras casi trece horas de intensos contactos bilaterales y reuniones formales para acercar posiciones. El consenso ha sido anunciado por Irlanda, país que ejerce hasta final de mes la presidencia europea, y confirmado por distintas delegaciones a través de las redes sociales.

"Fumata blanca. Tenemos un mandato ambicioso para el ATCI (Acuerdo transfronterizo de comercio e inversión). Audiovisual fuera por ahora, pero será posible más tarde. No es perfecto, pero feliz", ha declarado el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Alexander Stubb, a través de su cuenta en una red social. E

l ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, también ha celebrado el acuerdo a través de Internet y ha anunciado que el acuerdo "respeta la excepción cultural de la Unión Europea". La exclusión total del sector audiovisual responde a la voluntad de Francia de asegurar la "excepción cultural" que le permite subvencionar el cine y fijar cuotas de exhibición para las películas galas y europeas en las salas y canales de televisión, con el objetivo de proteger la actividad europea del potente Hollywood y los distribuidores 'on line'.

Las líneas rojas que ofreció la Comisión y la presidencia irlandesa de la UE al inicio de la negociación servían, según han afirmado varios países, para asegurar la continuidad de estas ventajas y permitir un "margen de maniobra" en el futuro para ajustar estos apoyos al mercado digital no fueron suficientes para rebajar las reservas galas.

Finalmente, la fórmula consensuada que ha permitido desbloquear la negociación entre los Estados miembros supone dejar fuera el sector audiovisual, aunque "no cierra la puerta totalmente", según han explicado fuentes europeas. Este formato permitiría al Ejecutivo comunitario, encargado de negociar en nombre de los 27, solicitar una "ampliación" del mandato para incluir al actividad audiovisual más adelante en las negociaciones, aunque para ello necesitaría "una nueva decisión, por unanimidad" de los países de la UE.

Las ventajas económicas de un convenio comercial de estas características para los dos bloques serían enormes, según un estudio encargado por Bruselas al Centro de investigación de política económica de Londres que cifra en 119.000 millones de euros anuales los beneficios para la UE y de 95.000 millones aproximadamente para Estados Unidos.