Una de las prerrogativas de ser ciudadano europeo consiste en poder mandar quejas al Defensor del Pueblo europeo, el conocido como Ombudsman, encargado de investigar los casos de mala administración por parte de las instituciones europeas.

Los españoles, a la vista de los datos, son los europeos que más quejas presentaron en 2012, último año del que hay datos. Del total de quejas transmitidas al Ombudsman (2.442), nada menos que 340 fueron de origen español, por delante de alemanes (273) y polacos (235).

El Ombudsman no es la única vía de queja y protesta ciudadana. Otra opción es acudir ante el Parlamento Europeo, como hizo Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El pasado 24 de abril compareció (junto a un grupo de afectados por los desahucios) para reclamar solidaridad hacia los que sufren la pérdida de su vivienda habitual.

Durante su discurso tuvo la oportunidad de señalar a quienes ayudan «a los bancos en vez de a las personas», al tiempo que criticó las medidas del ejecutivo encaminadas a criminalizar a los activistas de la PAH. Precisamente esta plataforma española ha sido galardonada hace apenas una semana por el Europarlamento, junto a otras 42 candidaturas de 21 países, con el Premio Ciudadano Europeo 2013.

"En la PAH no hay especial confianza por las instituciones europeas, pero acudimos a ellas para agotar todas las vías", explica Ada Colau. Es por eso que enviaron quejas formales y fueron escuchados por los europarlamentarios, que a su vez fueron invitados a acudir a España y comprobar en persona la situación.

"De momento no han contestado a la invitación; si Europa ha de servir para algo es para casos como este", opina la líder de una organización que acaba de ser premiada por los representantes de la ciudadanía de toda la Unión.