La familiar de una de las víctimas del celador de Olot no se ha podido contener y, cuando ya marchaba de la sala de vistas donde ha declarado como testimonio, le ha espetado a Joan Vila: "Usted ha sido muy malo". Durante la séptima jornada del juicio han declarado más familiares de los ancianos.

En otro de los casos, con uno de los hombres que mató, Vila destapó el cadáver delante de la familia y le sacudió el brazo mientras les decía "veis, está muerto". La familiar de otra víctima ha explicado que tenía "plena confianza" en el celador, tanta que cuando vio que la anciana se encontraba mal fue a pedirle ayuda a él.

Este martes por la mañana han acabado de declarar los familiares de las víctimas del asesino en serie de Olot, acusado de asesinar a once ancianos en el geriátrico donde trabajaba.

Una de las familiares no ha podido evitar dirigirse a Joan Vila cuando pasaba por delante suyo. La mujer, de avanzada edad, abandonaba la sala de vistas rememorando que su cuñado, muerto a manos de Joan Vila, era una persona "muy popular y muy querida" y, cuando ha llegado a la altura del celador, le ha mirado y le ha dicho: "Usted ha sido muy malo, mucho".

La familiar ha explicado que la última vez que vio a su cuñado estaba muy desmejorado y, por eso, no le sorprendió que poco tiempo después la llamasen para decirle que había muerto. Por eso, ha detallado que se llevó una sorpresa muy desagradable cuando supo que no había muerto por causas naturales, sino que Joan Vila le había asesinado haciéndole ingerir un cóctel de barbitúricos.

A lo largo de la mañana han declarado los familiares de otro de los ancianos que también murió después de que el celador le administrase la mezcla de medicamentos. Dos familiares han explicado que fue el mismo Joan Vila el que les mostró el cadáver de la víctima.

"Lo destapó y le movió el brazo mientras nos decía 'veis, está muerto'", ha explicado uno de los familiares. En aquel momento, aunque toda la familia quedó "parada" porque no les pareció un comportamiento extraño, no supo cómo reaccionar y tampoco les pareció especialmente sospechoso.

Joan Vila era todo un referente para la familia de otra de las víctimas. La hija de una de las ancianas ha explicado en el juicio que cada día visitaba a su madre en el geriátrico y que tenía mucha confianza en el celador, porque era muy atento con los internos.

Por eso, cuando una mañana vio que su madre había empeorado mucho "de un día para el otro", fue directamente a buscar al celador para pedirle que la ayudase.

Le hizo subir a la habitación y, una vez allí, le preguntó en reiteradas ocasiones si la interna moriría aquel día. La explicación que dio el celador era que la mujer había tenido una bajada de salud repentina y que era una cosa que "solía pasar" en personas de edad avanzada. La anciana, sin embargo, murió como consecuencia del cóctel de medicamentos que le administró Joan Vila.

El juicio continuará por la tarde con las declaraciones de la doctora de 'la Caritat' y los profesionales de ambulancias y del hospital de Olot que se negaron a declarar que algunas de las muertes habían sido por causas naturales.