El actor norteamericano Philip Seymour Hoffman, conocido por la película biográfica Truman Capote —por la que ganó un Oscar en 2005—, ha confesado a la web de famosos TMZ que acaba de terminar un tratamiento de rehabilitación para tratar sus adiciones y cortar de raíz un problema que estaba haciendo que perdiera el control.
El intérprete neoyorquino tuvo problemas con las drogas en el pasado pero llevaba 23 años 'limpio'. Sin embargo recayó hace más de un año, según cuenta él mismo. Comenzó de manera gradual con las pastillas, y finalmente terminó esnifando heroína recientemente.
Hoffman, que tiene tres hijos de 10, 6 y 4 años con una diseñadora de vestuario, Mimi O'Donnell, ha contado a TMZ que solo utilizó la heroína durante una semana pero que en seguida se dió cuenta que necesitaba ayuda, de manera que ingresó en un centro de desintoxicación en la costa este de Estados Unidos.
El tratamiento duró 10 días y terminó el pasado viernes. El actor, que ha tenido papeles destacados en La duda o Los idus de marzo, pidió ayuda a un grupo de amigos y familiares para poderse "sentir mejor".
Ahora espera poder incorporarse al rodaje de una película en Europa.
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