Uno de los dos presuntos autores de la muerte de un soldado británico a cuchilladas el pasado miércoles en Londres, Michael Adebowale, recibió este martes el alta hospitalaria y fue trasladado a una comisaría para ser interrogado.

Adebowale, de 22 años, fue uno de los dos hombres que la policía detuvo tras dispararles, después de que supuestamente asesinaran al soldado Lee Rigby en una calle de Woolwich, al sureste de Londres, a plena luz del día y ahora será interrogado por una unidad antiterrorista de la policía británica.

La muerte del militar conmocionó al Reino Unido, después de que uno de los sospechosos fuera filmado por viandantes momentos después del crimen con las manos ensangrentadas, empuñando un machete y alegando que cometió el asesinato en nombre del islam.

Adebowale y Michael Adebolajo, de 28 años y que continúa ingresado, fueron internados en dos hospitales de Londres tras ser disparados por la policía. Adebowale ha sido acusado también del intento de asesinato de un agente de policía, según Scotland Yard.

Tanto Adebowale como Adebolajo, que había sido detenido en Kenia hace tres años como sospechoso de pertenecer a un grupo con vínculos con Al Qaeda, eran conocidos por los servicios secretos británicos como presuntos islamistas radicales antes de cometer el asesinato.

Desde la muerte del militar han sido detenidas diez personas supuestamente relacionadas con el caso, entre ellas un hombre de 50 años que fue arrestado ayer en Welling, al sureste de Londres, y que la policía interrogó este martes.

Hasta ahora, cinco hombres de entre 22 y 29 años han sido puestos en libertad bajo fianza, mientras que dos mujeres, de 29 y 31 años, fueron liberadas sin cargos tras ser interrogadas por la policía.

La familia de Adebolajo señaló, a través de un comunicado, que siente una "profunda vergüenza y angustia" ante el "horror" de la muerte de Rigby.

"Como familia, queremos compartir nuestro horror por el asesinato sin sentido de Lee Rigby y expresar la profunda vergüenza y angustia que ha causado a nuestra familia", indicaron en un comunicado.

Los parientes de uno de los presuntos autores del asesinato, de religión cristiana, resaltaron que "no hay lugar para la violencia en nombre de la religión o la política".

"Creemos que todos los miembros honestos de la sociedad comparten esa visión, sin importar dónde han nacido, su religión y sus creencias políticas", apuntaron.

"Condenamos sinceramente a todos los que cometen actos de terror y rechazamos por completo cualquier sugerencia de que la religión o la política puede justificar esta clase de violencia", afirmó la familia.