Hasta que no se desarrolle la nueva Ley de Dependencia , los alumnos universitarios sordos se tienen que conformar con los apuntes que les prestan sus compañeros.
Este es el caso de Adrián Cutillas, un alicantino de 20 años que cursa Bellas Artes en la Universidad de Barcelona (UB) desde hace un año.
De momento ya ha perdido un curso de la licenciatura porque no disponía de un intérprete que tradujera al lenguaje de signos las explicaciones de los profesores.
Le acompaña un traductor
Adrián va a algunas clases
La UB ofreció hace unos meses a este alumno un intérprete que cursaba un máster en Lenguaje de Signos en Catalán en la misma universidad pero Adrián lo rechazó porque no era un profesional.
Seis horas leyendo los labios
La universidad barcelonesa propone que Adrián, como los otros 15 alumnos sordos que también estudian en sus aulas, lean los labios de los profesores.
"Esto es discriminación porque no accedo a la información de forma completa", denuncia el alumno.
Demasiado gasto
La adjunta del vicerector de estudiantes de la UB, Esperanza Ballesteros, afirma que el servicio de un traductor para todas las clases "supone un gasto demasiado alto para la universidad, cifrado en más de un millón de las antiguas pesetas".
Ballesteros propone una negociación directa del alumno con la Generalitat.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios