Desmantelada una red que estafó 300.000 euros a la Seguridad Social vendiendo recetas

  • Hurtó y falsificó unas 3.000 recetas, con un fraude de 300.000 euros.
  • Han sido detenidos dos médicos, un farmacéutico y diez visitadores médicos.
  • La operación se ha desarrollado en Sevilla y Huelva.

La Guardia Civil ha desmantelado una red que se dedicaba al hurto y falsificación de recetas médicas, alrededor de unas 3.000, para posteriormente estafar a la Seguridad Social unos 300.000 euros. En total se han detenido 13 personas (dos médicos, un farmacéutico y diez visitadores médicos) y se han imputado a otros tres (otro visitador y dos farmacéuticos) de las provincias de Sevilla y Huelva.

Las investigaciones de esta operación, denominada 'Felicia', comenzaron el pasado mes de junio cuando la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Salud de distintas comunidades autónomas, comenzó a desarrollar una labor en lucha contra el fraude a la Seguridad Social en materia de sanidad.

La investigación se inició después de que se recibiera en el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ayamonte un escrito del Juzgado de Instrucción 1 de esa localidad, en el que se requería la actuación de los agentes para verificar los extremos de una denuncia presentada por un médico, quien manifestó que le habían sido sustraídos siete talonarios de recetas del centro de salud de Punta del Moral.

Esto motivó que los agentes encargados de la investigación se dispusieran a averiguar el destino de estas recetas, así como el posible recorrido de dichos talonarios. En estas investigaciones, los guardias civiles se encontraron con que el Servicio de Inspección de Farmacia ya había iniciado unas pesquisas en este sentido, por lo que se decidió aunar fuerzas para llegar al fondo del asunto.

Fue en estos primeros movimientos en los que los agentes comprobaron que no se trataba solo de siete talonarios sino que la presunta estafa y la red que la estaba llevando a cabo pudiera ser aún más profunda.

Las recetas, alrededor de 3.000, que fueron analizadas por los agentes, a través de las copias y registros obrantes en la Consejería de Salud, presentaban características comunes como que habían sido sustraídas para utilizarlas posteriormente con el fin de obtener medicamentos de precios elevados, que oscilaban entre los 50 y 300 euros y estaban destinados a la curación de enfermedades crónicas.

A pesar de que los datos de los pacientes, generalmente jubilados, eran reales, estos negaron haber recibidos tales medicinas. En otras ocasiones los pacientes habían fallecido con anterioridad a la expedición de la recetas y tampoco constaban en las historias clínicas de los pacientes el que les hubieran recetado esos medicamentos.

Después de estas verificaciones, los agentes llegaron hasta el centro de salud de Punta del Moral en Ayamonte, pues la mayoría de las recetas habían sido selladas y extendidas en este centro, a pesar de que ni los médicos ni los pacientes hubieran estado nunca en dicho centro. Además, según ha remarcado el capitán Aranda, "llamó la atención el hecho de que este médico solo podía expedir 500 recetas y el número había sido muy superior".

Allí, se centró la investigación sobre uno de los médicos que sustituyó al titular, quien previamente había denunciado la sustracción de diversos talonarios y del que se sospechaba que pudiera ser autor de una denuncia falsa. De igual manera, el análisis de la documentación que fue entregada por la Inspección de Farmacia, condujo hasta una farmacia de esta capital, donde una adjunta que había trabajado en la misma, había expedido medicamentos a través de estas recetas sustraídas. El pasado 19 de febrero se detuvo a esta farmacéutica como presunta autora de los delitos de receptación, falsedad documental y estafa.

La detenida, a pesar de sospechar que las recetas eran fraudulentas, las expendió manifestando que eran portadas por representantes de laboratorios farmacéuticos con la sola intención de aumentar los ratios de venta de determinados productos. La farmacéutica rellenaba los datos de los pacientes con la información que le aportaba el visitador.

Comprobado este extremo, se detectó otra partida de 125 recetas que bajo fórmula similar habían sido expendidas para la venta de un determinado producto farmacéutico en las provincias de Huelva y Sevilla, lo cual condujo a la detención del visitador médico como presunto autor de los delitos de receptación, falsedad documental, cohecho y estafa.

Esta detención condujo hasta el médico de Punta del Moral, presunto 'conseguidor' de las recetas, quien fue detenido en el centro de salud de Cartaya, como presunto autor de los delitos de hurto, cohecho, falsedad documental, simulación de delito y estafa a la seguridad social. De igual modo, y previa autorización judicial, se realizó un registro domiciliario donde se obtuvo abundante documentación, que pasó a ser analizada por los agentes de la Guardia Civil.

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