En un recorrido por el interior de los antiguos hospitales de la Comunidad de Madrid, los pacientes y familiares se pueden tropezar con dos visiones bien diferentes. De un lado, observarán habitaciones individuales completamente renovadas, con paredes relucientes y mobiliario moderno. Pero con solo cruzar una puerta, pueden encontrarse en un vestíbulo con humedades, en un pasillo con cables colgando del techo o en un sector donde las puertas de madera no se han sustituido desde hace décadas. En las últimas dos legislaturas, la Consejería de Sanidad ha acometido obras de reforma o de ampliación en los hospitales más antiguos. Sin embargo, algunos de estos centros tienen áreas que han quedado fuera de esta renovación y, a día de hoy, presentan deficiencias de mantenimiento, según ha comprobado 20 minutos.

Sanidad admite la existencia de deficiencias en el mantenimiento de los edificios sanitarios, ya que "los edificios construidos en los años 60 y 70, obviamente, se han ido deteriorando". Aunque defienden que el deterioro "no afecta a la actividad sanitaria: ni a las habitaciones, ni a urgencias ni a quirófanos". A este respecto, fuentes de la Consejería añaden: "En la adopción de medidas de mejora y mantenimiento tienen prioridad las zonas asistenciales, especialmente aquellas que requieren la máxima seguridad e higiene, como son los quirófanos o las UCI". Entre 2003 y 2013, la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Sanidad asegura haber destinado "más de 412 millones de euros a reformas y mejoras en las infraestructuras".

En efecto, los principales problemas observados en los hospitales son más frecuentes en áreas comunes (vestíbulos, pasillos y salas de espera) y en zonas destinadas al personal sanitario y administrativo. "Hace unos años, cualquier fallo o rotura se arreglaba inmediatamente, pero ahora se va dejando porque no hay gente ni dinero para mantenerlo", denuncia Carmen Medrenda, de Sanidad en UGT. Según Sanidad, "las reparaciones se acometen en el acto, excepto en algunas áreas donde solo se puede hacer cuando no hay actividad".

La instalación más descuidada es el edificio antiguo del 12 de Octubre. Sanidad ha construido recientemente un módulo moderno donde se ha trasladado la actividad ambulatoria, consultas y quirófanos. Pero ha dejado 'olvidado' el edificio principal (de los años 70). La planta baja presenta un evidente estado de dejadez, con desconchones por falta de pintura, humedades y grietas en las zonas comunes. Las salas de espera de la mayoría de sus plantas también requieren una mano de pintura. Incluso, hay zonas destinadas a los familiares de los pacientes donde la iluminación es deficiente o, directamente, no funcionan las bombillas. Pero los desperfectos también llegan a los pasillos de hospitalización, con molduras de madera carcomidas y grafiteadas. Por otro lado, a principios de esta semana la mitad de los ascensores estaban fuera de servicio.

También hay déficit de mantenimiento en algunos puntos del Clínico San Carlos. Al entrar en el edificio, llama la atención el lavado de cara que ha sufrido tras las obras de reforma. Sin embargo, en los pasillos de la planta baja del ala norte o junto a la UCI pediátrica (en la sur) todavía hay cableado colgando del techo sin protección, los aseos comunes de este mismo ala están anticuados (con azulejos resquebrajados en algunos casos) y las ventanas y puertas de mucha zonas presentan metales oxidados y madera con aspecto podrido. Además, parte de la fachada ha quedado fuera de la remodelación, como lo demuestran los cristales rotos, las persianas descolgadas y el óxido en las ventanas. El contraste de todo ello es el moderno módulo donde se ubican las Urgencias y la reforma del interior de todas las habitaciones, con camas individuales.

Por su parte, el hospital de La Paz ha sido ampliamente reformado recientemente, aunque todavía se pueden ver pasillos con losas y azulejos agrietados en la planta baja, puertas dañadas en las entradas a consultas y habitaciones (por ejemplo, en la planta 7) y áreas comunes deterioradas en zonas de hospitalización (como en la planta 13). Además, las obras no han impedido que haya problemas puntuales de goteras: el pasado lunes había cubos preparados para recoger el agua que caía del techo en la sala de citaciones de Radiología, recién reformada. "Se ha invertido mucho en construir módulos nuevos, pero han dejado sin renovar parte de los edificios antiguos. No solo ocurre en el 12 de Octubre, el Clínico o La Paz. Es generalizado en otros centros antiguos, como el Gregorio Marañón o en La Princesa", asegura Medrenda.

La otra cara de la moneda está en el Ramón y Cajal. Este centro también tiene zonas anticuadas, que datan de 1977, cuando inició su actividad. Sin embargo, su antigüedad queda camuflada al tener un aspecto mejor conservado, con maderas pulidas, paredes recién pintadas e iluminación en todos sus pasillos.