El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha referido a las previsiones económicas hechas públicas ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para España, asegurando que va trabajar para que no se cumplan. "Vamos a intentar superarlas", ha dicho.

Rajoy se ha limitado a pronunciar esa frase al ser preguntado por esas previsiones por los periodistas a su llegada al Congreso para participar en la sesión de control al Gobierno.

El FMI empeoró ayer las previsiones anteriores sobre la economía española al augurar que caerá un 1,6 por ciento en 2013 y el paro aumentará hasta el 27%.

Dentro del hemiciclo, el presidente y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, han cerrado filas en torno a la política del Gobierno para defenderse de los embistes de la oposición a cuenta del nuevo informe del FMI.

En su intervención, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se refirió a las malas previsiones del FMI como "un jarro de agua fría".  A su juicio, lo que está diciendo el FMI a Europa es que tiene que cambiar su política económica para hacer frente "a lo que empieza a ser una tragedia", y, ante ello, ha reprochado que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, entonen una canción que está siguiendo el Gobierno español que conduce la recesión, el desempleo y el sufrimiento.

Ha aludido también a otros análisis de premios Nobel o la socialdemocracia europea para plantear su pregunta sobre lo que el Gobierno cree que aún es necesario para que cambie su política económica y le preguntó al presidente cuántos diagnósticos más hacen falta para "darse cuenta de que la medicina que le están dando al enfermo le está matando".

Acto seguido, el presidente Mariano Rajoy le contestaba apelando a la herencia socialista: "Creo que la medicina que mató a la economía española fue la que aplicaron ustedes".

Rajoy y Rubalcaba se han cruzado estos reproches durante una sesión de control en la que el dirigente del PSOE se ha interesado además por las nuevas reformas que prevé el Ejecutivo.

El presidente ha subrayado que hay que hacer otro tipo de política económica y ha emplazado al día 26 de abril para conocer detalles del Plan Nacional de Reformas que el Gobierno va a enviar a Bruselas.

Su objetivo seguirá siendo el crecimiento económico y la creación de empleo, abundando en las reformas ya en marcha y adoptando otras medidas en materia de fiscalidad favorable para los emprendedores, reforma de las administraciones públicas, sostenibilidad de las pensiones, ley de emprendedores, ley de reforma energética, impulso de las telecomunicaciones y flexibilización del sector del transporte.

"Se trata de flexibilizar la economía española, hacerla más competitiva para darle la vuelta a las previsiones", ha resumido.

Rajoy ha precisado que el último informe de la Comisión Europea en el que se constataba la persistencia de desequilibrios económicos en España no hace ninguna petición concreta al Gobierno y se limita a hacer un análisis de la situación en trece países.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, ha destacado que las previsiones del FMI constatan que las cifras en España empeoran "mucho menos" que en otros países del entorno y ha argumentado que eso es debido a que "empiezan a valorar" que los españoles están haciendo "muchos esfuerzos".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado en el Congreso que el sosiego y la discreción son en muchas ocasiones buenos consejeros y no la notoriedad o el exhibicionismo, y ha dicho que la Ley de Transparencia será un buen paso adelante y una de las más avanzadas de Europa.

En respuesta a una pregunta de la diputada de UPyD Rosa Díez en la sesión de control al Gobierno, que le ha reprochado la ausencia de explicaciones a los ciudadanos, Rajoy ha dicho que su Gobierno ha sido el primero en la historia de la democracia en traer una Ley de Transparencia y ha pedido consenso a los grupos para sacarla adelante.

Rajoy ha salido al paso de las acusaciones de Rosa Díez respecto a sus reuniones "secretas" con la Casa Real o con los presidentes de Cataluña, Artur Más, y del País Vasco, Iñigo Urkullu, y ha señalado que "el sosiego, la tranquilidad y la discreción son buenos consejeros en muchas ocasiones y que no lo es tanto el exhibicionismo o la notoriedad".