Más madrileños en paro, un aumento de las empresas en quiebra, recortes sociales en educación o sanidad y más presión en impuestos y tasas para los ciudadanos. El resultado de todo ello es un descenso en el nivel de riqueza de los madrileños: el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en la comunidad de Madrid se ha reducido de 30.944 euros en 2008 (año en que se inició la crisis) a 29.385 euros en 2012, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de marzo. Es decir, si se repartiera la riqueza de la región entre todos los habitantes, cada madrileño tendría ahora 1.559 euros menos que al comenzar la crisis.

De hecho, los madrileños han notado más los efectos de la crisis que el resto de españoles. La riqueza en Madrid ha bajado un 5% en ese periodo, mientras que la media nacional se ha reducido algo menos: un 4,5%, según las estadísticas del INE.

"Este descenso registrado en Madrid es gravísimo. Pero es más preocupante la distribución de la riqueza: la diferencia entre ricos y pobres es abismal, tendemos hacia una sociedad dual", explica Roberto Centeno, catedrático de Economía de la Universidad Politécnica. "Hay niños con problemas de malnutrición por los precios de los comedores escolares, más del 60% de los habitantes son mileuristas y hay miles de personas bajo el umbral de la pobreza. Ese es el gran problema", añade el economista.

Los expertos señalan a las administraciones públicas como causantes de este empobrecimiento. "Las políticas de recortes están provocando que los ciudadanos tengan cada vez menos recursos y, por tanto, menos posibilidades de generar riqueza. Todo influye: la reducción de los salarios de funcionarios, la retirada de ayudas a la educación por parte de la Comunidad o el recorte presupuestario en servicios públicos de los ayuntamientos", apunta Manuel Rodríguez, secretario de Política Institucional de CC OO-Madrid. Aún así, el sociólogo Lorenzo Díaz no lo ve todo negro: "La caída del PIB per cápita es preocupante, pero no apocalíptico. Madrid tiene un colchón, sigue estando entre las autonomías que más riqueza generan".

Menos ayudas educativas: La Comunidad ha eliminado las becas para libros y material escolar, ha aumentado los precios para el comedor en los centros educativos y se han encarecido las cuotas de las escuelas infantiles (hasta un 174% más para los niños de 0 a 1 año).

Retiran servicios sanitarios: Los padres madrileños ahora tienen que pagar por la vacuna del neumococo de sus hijos, que antes era gratuita. La Comunidad anunció que también cobraría los tratamientos contra el tabaco o los cambios de sexo. Por otro lado, se cerraron servicios de urgencias nocturnos en centros de salud y se prepara la privatización de la gestión en ambulatorios y hospitales.

Atención más cara a dependientes y mayores: La Comunidad creó una tasa para cobrar la estancia de los mayores en centros de día (hasta un 43% de su renta) y se impuso un nuevo tributo para revisar el grado de dependencia de las personas con discapacidad.

Subida de impuestos: Los propietarios de viviendas de la capital pagarán en 2013 un 6,9% más por el IBI. Además, el impuesto de vehículos y el de actividades económicas subirán un 2% en Madrid. Por su parte, la Comunidad creó el año pasado 40 nuevas tasas para cobrar por la tarjeta sanitaria, por el título de familia numerosa o por inscribirse como pareja de hecho.

Transporte más caro: El precio del metrobús de 10 viajes y del billete sencillo se ha duplicado desde 2005. En el último año, el transporte público ha sufrido tres incrementos de tarifas (la última, en enero). El abono normal de la zona A cuesta ya 54,60 euros.

Más paro: La tasa de desempleo en la región casi se ha triplicado desde 2008: en el primer trimestre de aquel año, la tasa era del 7,39%; en el último trimestre de 2012 llegó al 19,88%, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Ya hay 665.000 desempleados en la comunidad.

Laura Céspedes, madre soltera en paro, 30 años: "Me echaron del trabajo hace tres años, cuando estaba embarazada de mi hijo. Ahora sigo parada y solo cobro los 426 euros, pero dentro de seis meses se me agotará. Además, ya no queda ninguna ayuda para madres solteras y mis padres me tienen que pagar la guardería de mi niño. Vivo de la caridad familiar, si no fuera por mis padres no sé qué haríamos Javi y yo. Así que me estoy preparando para irme a vivir a Irlanda, a ver si allí hay más suerte... No me queda otra opción".

Jesús Ramiro, funcionario, 43 años: "Trabajo para la administración pública y desde 2008 he perdido unos 1.500 euros, entre la rebaja del sueldo y la retirada de las pagas extraordinarias. Tengo menos capacidad de ahorro y no me ha quedado más remedio que dejar de gastar en cosas que no son estrictamente necesarias, como salir a comer fuera o al cine. La reducción del sueldo no me ha afectado a los gastos en alimentación, porque la comida es lo último que te quitas, pero sí que gasto menos en cosas básicas como la ropa".

Teresa Lobo, en paro, 37 años: "Llevo más de un año en paro, desde que perdí el trabajo en una clínica. He anulado completamente los gastos en ocio y viajes, pero también en otras cosas necesarias, como la ropa. Antes pasaba por una tienda y me podía permitir comprar un pantalón, pero ahora eso lo miro mucho. Pero es algo generalizado: en mi entorno familiar y entre mis vecinos hay mucha gente en paro. Incluso, conozco a personas que están necesitando ayuda de la parroquia o asociaciones benéficas".