La operación se produjo tras dos años de investigación, iniciados a la sombra de la lucha con otro clan rival, el de los Contini.
Todos los detenidos ingresaron en prisión como supuestos autores de un delito de asociación de malhechores, por cobrar exacciones a los dueños de los negocios de su barrio de influencia.
"Los delitos contra las personas y los incendios de los negocios habían generado, además, una difundida omertá (ley del silencio) entre la población", explicó la Dirección Antimafia del distrito napolitano.
El intento de extender sus actividades criminales más allá de su barrio "habría provocado una serie de homicidios frustrados, entre ellos los de Michele Elia, Salvatore Puglia y Ciro Grimaldi", según la fuente, que no detalló más al respecto.
Tras la redada, la alcaldesa de la ciudad, Rosa Russo Iervolino, destacó que la operación es una demostración de que "el Estado existe".
Ola de violencia
Las declaraciones de la alcaldesa se producen después de una punta de violencia registrada en octubre y que llevó al primer ministro italiano, Romano Prodi, a viajar a Nápoles a principios de noviembre.
Un día después de su visita, fue el ministro italiano del Interior, Giuliano Amato, el que anunció en la misma ciudad un plan para combatir el crimen organizado, en el que se preveía el envío de mil nuevos agentes de Policía.
En aquella ocasión, Amato aseguró que "Nápoles no es el lejano oeste".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios