Las entidades financieras de Chipre permanecerán cerradas hasta el próximo martes, según ha anunciado este miércoles la portavoz del Banco Central, Aliki Stilianu, por orden del Ministerio de Finanzas, que decretó como festivos los restantes días laborables de esta semana, que se suman al del próximo lunes.

A pesar de que los bancos no han abierto en toda la semana, los cajeros automáticos han funcionado este miércoles con normalidad, con una afluencia continuada que no provocó colas. Unas imágenes que contrastan con las que se produjeron el pasado sábado, tras conocerse que el Eurogrupo había aprobado en Bruselas una tasa a los depósitos privados.

Una tasa que finalmente ha sido rechazada por el Parlamento, lo que ha obligado al Consejo de Ministros ha reunirse, de manera extraordinaria, para elaborar una propuesta alternativa. Antes, los grupos parlamentarios se habían reunido con el presidente de la República, Nikos Anastasiadis, y habían acordado la creación de un plan "B" para cubrir la aportación de 5.800 millones de euros exigidos por el Eurogrupo a cambio del rescate.

Por otro lado, el ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, ha decidido no regresar de Moscú, donde se encuentra buscando una mayor participación de Rusia en el rescate a la economía chipriota, para continuar con las negociaciones con las autoridades ante la falta de acuerdo. El presidente en funciones del partido gobernante DISY, Aferoz Neofitu, señaló ante la prensa que por el momento no "hay noticias de Moscú" y añadió: "Vivimos horas difíciles".

Por su parte, el miembro alemán del Consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, ha advertido a las entidades chipriotas de la posibilidad de retirar los créditos concedidos en caso de no alcanzar un acuerdo porque "solo se puede garantizar la liquidez a bancos solventes". Una solvencia que está en entredicho en el caso de Chipre, si no logra pronto un programa de ayuda para su recapitalización del sector bancario.

No obstante, el BCE manifestó este martes, a través de un comunicado, que "toma nota de la decisión —de rechazar la tasa a los depósitos de los ahorradores— del Parlamento chipriota y está en contacto con los socios de la troika", aunque se reafirmó en "su compromiso de proporcionar la liquidez necesaria dentro de la leyes existentes".

A este respecto, Asmussen ha asegurado que la entidad europea no presiona a Chipre, sino que, simplemente, advierte de las condiciones en las que se pueden conceder créditos.