La dirección de Caixabank ha anunciado que devolverá "previsiblemente" a lo largo del mes de marzo la ayuda pública de 977 millones de euros inyectada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB) a Banca Cívica, entidad con la que se fusionó en agosto de 2012. La entidad ya anunció en su momento que devolvería estas ayudas antes de un año tras la absorción.

El Consejo de Administración de la entidad catalana ha decidido así "amortizar anticipadamente" las participaciones preferentes inyectadas por el Estado en febrero de 2011. Esta ayuda fue aprobada entonces para apoyar el proyecto de fusión de las cuatro antiguas cajas que formaron Banca Cívica (Caja Navarra, Caja Canarias, Caja Burgos y Cajasol).

La decisión, según fuentes de la entidad catalana, "refleja la fortaleza de Caixabank, que a 31 de diciembre contaba con un core capital (capital del máximo nivel) del 11%". Este ha sido un año complicado para el banco, que ha presentado un beneficio de apenas 230 millones de euros en 2012 después de haber destinado a provisiones y saneamientos nada menos que 10.299 millones.

Banca Cívica, pese a la ayuda pública y pese a que su salida a Bolsa (en la que recaudaron 670 millones por parte de pequeños inversores) fue calificada como "exitosa" por el propio Banco de España, se vio metida pocos meses después de lleno en la insolvencia (no aprobó los test de estrés requeridos por la autoridad europea) lo que obligó a la entidad a buscar una fusión que reforzara su capitalización, en este caso con Caixabank.

La absorción se gestó con un desembolso de 979 millones de euros, precio con el que Caixabank compró una participación mayoritaria en Banca Cívica. Pese a que la operación contó en su momento con el aval de las autoridades, un juzgado navarro ha admitido a trámite la querella presentada por UPyD por un supuesto delito de fraude y estafa cometido por la anterior cúpula contra los accionistas.