El Tribunal Supremo rechaza modificar el sistema de inmersión lingüística de Cataluña

  • Es la primera vez que no insta a modificar el modelo lingüístico.
  • Recuerda a la Generalitat su obligación de atender de manera individualizada a las familias que lo pidan.
  • La resolución obliga al ministro de Educación a modificar el proyecto de la LOMCE.
Un cartel reivindica el modelo de inmersión lingüística ante el Palau de la Generalitat.
Un cartel reivindica el modelo de inmersión lingüística ante el Palau de la Generalitat.
ACN
Un cartel reivindica el modelo de inmersión lingüística ante el Palau de la Generalitat.

El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado el recurso de casación interpuesto por una familia contra la interlocutoria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que avalaba el sistema de inmersión lingüística a las escuelas catalanas. De este modo, el alto tribunal niega que deba generalizarse la escolarización en castellano.

La consellera de Educación, Irene Rigau, se ha mostrado muy satisfecha con la resolución, pues "da la razón" a la Generalitat, que siempre ha defendido que el catalán sea la única lengua vehicular y, además, obliga a modificar su reforma educativa del ministro de Educación, José Ignacio Wert.

El proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) aboga, "con una intencionalidad política muy clara", por diseñar un marco normativo superior para "poner orden" en el sistema lingüístico catalán. Ahora, "o cambia los artículos que iban a provocar el cambio lingüístico en Cataluña o cambia el argumentarlo", ha espetado Rigau.

En cualquier caso, la Consellería seguirá atendiendo de manera individualizada a los alumnos cuyas familias pidan que la lengua vehicular sea el castellano, como estableció hace un año el TSJC.

Siete años de batalla legal

El caso empezó en mayo del 2006, cuando uno de los hijos cursaba segundo de Secundaria y la otra, tercero de Primaria. El padre, Feliciano Sánchez, quería que el castellano fuera introducido como lengua vehicular de forma proporcional y equitativa en relación al catalán, y también que las comunicaciones, circulares y documentaciones que hiciera el centro fueran escritas en castellano.

La Consellería de Educación desestimó la petición y la de otras cinco familias, recordando que en los primeros años de escolarización se puede solicitar una atención individualizada. No conformes con esa respuesta, las familias optaron por llevar el caso ante el Supremo.

En diciembre de 2010, el TS puso en cuestión la inmersión al determinar que las familias tenían el derecho de elegir la lengua vehicular de la educación de sus hijos, ordenando modificar el sistema de inmersión lingüística. La Generalitat no acató la decisión alegando que el TS no tiene competencias para obligar a cambiar el modelo. "Ya no podrán decir que no cumplimos las sentencias", ha ironizado este martes Rigau.

El 8 de marzo de 2012, una nueva resolución del TSJC avaló de forma general el modelo de inmersión lingüística, pese a instar a la Generalitat a atender de forma individualizada a los niños cuyas familias soliciten una escolarización en castellano.

Ahora, el Supremo ratifica la decisión del TSJC y no cuestiona el sistema en sentido general pese a recordar que, cuando así se solicite, debe introducirse el castellano como lengua vehicular "en la proporción que la Generalitat estime conveniente" en "el colegio y el curso" donde sus hijos sigan la enseñanza.

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