Audiencia ve "repugnante" que un jefe de Policía pidiera a un hospital datos de un hombre al que hirió

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha decidido absolver a un hombre que, cuando era jefe de Policía Local de Rocafort, solicitó a un hospital información de un paciente al que había lesionado en una verbena de las fiestas patronales de la localidad. El tribunal lo ha absuelto por no incurrir en el tipo penal, pero ha calificado su conducta de "repugnante" y de "pueril".

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha decidido absolver a un hombre que, cuando era jefe de Policía Local de Rocafort, solicitó a un hospital información de un paciente al que había lesionado en una verbena de las fiestas patronales de la localidad. El tribunal lo ha absuelto por no incurrir en el tipo penal, pero ha calificado su conducta de "repugnante" y de "pueril".

El tribunal lo ha absuelto del delito de descubrimiento y revelación de secretos del que había sido acusado porque no llegó a ocasionar ningún perjuicio al hombre como titular del dato: "no se ha acreditado, ni se ha articulado, prueba que no sea la afirmación de ultraje o vejación que sintió el lesionado, algo ajeno al concepto de perjuicio de trascendencia material o dañosa, que es lo que subyace en el tipo penal invocado por las acusaciones", mantiene.

Sin embargo, la Audiencia ha indicado que la actitud del acusado fue "absolutamente repugnante". Es "repugnante", indica, que un denunciado se prevalga de su condición de jefe de un colectivo policial para, simulando una inexistente investigación judicial, intentar conocer un dato de su acusador.

A juicio del tribunal, es "pueril" la "excusa" que dio el acusado para "hacer lo que hizo", y más aún cuando podía solicitar su abogado que recabara el dato del hospital, si es que le interesaba. Pero "lo que no podía convertirse él es en investigador, porque estaba totalmente deslegitimado para ello al ser el encausado". Por ello, la Audiencia subraya que lo que hizo el hombre fue una "aberración".

El acusado fue condenado a dos años de prisión por agredir a un hombre durante las fiestas patronales de Rocafort en septiembre de 2004. Durante la instrucción, y tras declarar como imputado el 20 de febrero de 2007, el policía remitió un fax al hospital en el que había sido atendido la víctima —el denunciante— para solicitar información sobre la hora de entrada y salida.

En el fax, remitido desde las dependencias policiales, el acusado simuló que la petición era por orden judicial y con finalidad instructora. En concreto, decía: "con motivo del esclarecimiento de diligencias judiciales, copia de la hora de ingreso el pasado 5 de septiembre de 2004 del lesionado...".

La jefa de Administración del hospital, pensando que el destino de la información era por petición judicial, afirmó que el hombre había sido atendido el referido día 5 y facilitó la hora de ingreso y de salida del centro.

"para que el juzgado lo supiera"

El hombre reconoció en la vista que solicitó información al hospital en el que fue atendido el hombre al que presuntamente lesionó, y defendió que lo hizo "como parte" del proceso, porque creía "conveniente" saber "la hora en la que finalizó la discomóvil y la hora en la que la víctima ingresó en el hospital", y todo "para que el juzgado lo supiera".

En esta línea, señaló que pretendía aportar al juzgado todos los elementos "necesarios" para "poder esclarecer los hechos", pero reconoció que no recibió ninguna orden judicial para requerir este tipo de información: "pedí los datos para aportarlos al juzgado como diligencias policiales. Actuaba como policía judicial, pero no para mi defensa", reiteró

Por su parte, el hombre que resultó lesionado declaró ante el tribunal que no autorizó al hospital a facilitar sus datos a nadie, y aseveró que cuando se enteró de que se había dado información al jefe de Policía Local, se sintió "frágil, débil y vulnerable".

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