La Comisión Europea y las autoridades mauritanas han convenido este miércoles en París celebrar "rápidamente" un comité científico conjunto para "actualizar" los datos sobre el estado del caladero mauritano, después de que hayan acordado "mejoras" en las condiciones técnicas del nuevo acuerdo pesquero, muy criticado por la flota comunitaria.

"Se han mejorado las condiciones técnicas con el objetivo de que el protocolo sea más viable económicamente", según ha anunciado Bruselas en un comunicado que no da muchos detalles, pero sí pone como ejemplo de las mejoras "la extensión de la zona pelágica en el sur".

También ha explicado que se han introducido "aclaraciones" en las disposiciones del acuerdo pesquero para asegurar una actividad de la flota comunitaria en la zona "más eficiente" y que un próximo comité científico conjunto servirá para "actualizar" medidas técnicas y los datos científicos sobre el estado de algunos stocks, incluido el de los cefalópodos.

El convenio actual ha sido negociado por la comisaria Maria Damanaki en nombre de los Veintisiete, pero también ha recibido muchas críticas por parte de España y de su flota, principal interesada en este caladero.

De hecho, las licencias negociadas para la flota comunitaria permitían pescar varias especies de fondo, entre ellas los camarones, el atún y la pesca pelágica, también para marisqueros, pero dejaba fuera a los cefalopoderos por la escasez de recursos, un argumento que niega el sector porque asegura que hay excedente de pulpo.

Tras las críticas, Damanaki accedió a revisar algunas de las disposiciones del acuerdo en el marco de la Comisión mixta UE-Mauritania que finalmente se ha celebrado en París entre este miércoles y jueves.

El resultado de las dos jornadas de reunión ha permitido "avances" para mejorar el acuerdo "sin por ello desviarse de los principios fundamentales del Protocolo, como la sostenibilidad y el respeto de los conocimientos científicos", según indica Bruselas. "Este resultado sin duda tendrá un impacto positivo en la futura aplicación del Protocolo", concluye.

Aunque el nuevo régimen pesquero estaba siendo aplicado de manera transitoria, está pendiente aún del posicionamiento del Parlamento Europeo, que tiene poder para aprobarlo o rechazarlo, pero no para modificarlo. La mayoría de la flota comunitaria con intereses en la región rehusó acceder a las licencias acordadas porque consideraba "inviable" y "no rentable" el acuerdo.

El protocolo inicialmente negociado concede licencias a los europeos para los próximos dos años por una contrapartida anual de 70 millones de euros de las arcas comunitarias, más otros 40 millones que debería aportar la flota por los permisos. Pero el Ejecutivo comunitario no ha aclarado en su comunicado si la contrapartida económica ha sido modificada en estos nuevos contactos.