El vicepresidente de la CEOE y presidente de CEIM, Arturo Fernández, asegura que siempre ha tratado de que su conducta fuera "la más apropiada" y "espera" que la Fiscalía lo encuentre "todo correctamente" en sus empresas después de las denuncias de trabajadores y extrabajadores de supuestos pagos irregulares durante años a la plantilla, desveladas por la Cadena Ser.

Fernández ha insistido, tal y como anunció el miércoles, en que se va a tomar un periodo de "reflexión" sobre su permanencia en dichos cargos institucionales y, según "vaya viendo las cosas", tomará la decisión "más oportuna para todos". Así, no ha descartado dimitir de los mismos, porque "nunca se descarta nada en la vida", según ha declarado a RNE.

El empresario ha agradecido el "apoyo, los afectos y cariños" que ha recibido tanto en la CEOE como en la patronal madrileña y ha señalado que aún no ha tenido tiempo de reflexionar y que esperará al fin de semana para hacerlo. "Esta noche no me ha dado tiempo a reflexionar, porque estoy tan cansado, que he tenido muy poco tiempo de reflexionar, voy a ver si tengo tiempo el fin de semana, que lo veo difícil", añadió.

Asegura que sus 2.000 trabajadores "están muy preocupados" por las noticias publicadas y que su deber es "preservar los puestos de trabajo, que es lo que tengo que hacer, y preservar el buen nombre de CEIM, de la Cámara de Comercio (de Madrid) y de la CEOE". Siempre intenta, ha añadido, actuar "correctamente".

El presidente de la patronal madrileña, que ha dicho entender que haya empresarios, como el presidente de Confebask, que le hayan pedido que dé un paso atrás, afirmó que se siente "apoyado" por los empresarios españoles y que no cree que las denuncias tengan que ver con alguna conspiración.

"No creo en conspiraciones, creo que el país está convulso en dimisiones, conspiraciones, todos contra todos, estamos viviendo un momento realmente difícil, muy complicado, en vez de estar pensando que tenemos 6 millones de parados y que los jóvenes tengan empleo", subrayó.

Acerca de la posibilidad de que el presidente de CEOE, Juan Rosell, haya pensado en José Antonio Segurado para sustituirle al frente de CEIM, Fernández afirmó que se trata de un "rumor infundado y absurdo". "Ni lo tengo pensado yo, que es quien lo tiene que pensar, ni el señor Rosell se ha metido en eso, ni tiene ninguna base", apuntó Fernández.

El vicepresidente de la patronal, que dijo desconocer a los empleados y exempleados que han realizado las acusaciones, afirmó que los aplazamientos de pago que sus empresas tienen con la Seguridad Social o con Hacienda son habituales en un momento de crisis.

Fernández negó que tuviera muchos concursos con las administraciones públicas. Así, dijo que de los más de 90 establecimientos que gestiona, únicamente cinco son públicos. Por último, afirmó que "nunca" ha tenido una denuncia en ninguna de sus empresas y que sus trabajadores están "muy contentos" de trabajar con él porque es una persona "muy cercana" con sus empleados.