El alcalde de Londres, Ken Livingstone, anunció hoy que a partir del 2009 aumentará el importe del impuesto que se cobra por circular por el centro de la ciudad a los vehículos más contaminantes.

Esa tasa, que el pasado julio pasó de cinco a ocho libras (unos 12 euros) diarias para todos los usuarios, podría llegar a costar 25 libras a los vehículos con más emisiones perjudiciales para el medio ambiente.

En el 2008, los vehículos incluidos en las bandas A y B, que son los menos contaminantes, dejarán de pagar el impuesto, en un intento de incentivar la compra de coches respetuosos con el entorno, señaló el primer edil.

Los verdes, contentos

"La mayoría de los vehículos a los que se gravará 25 libras, que están incluidos en la banda G, son modelos caros", explicó Livingstone. "Las personas que los compran pueden permitirse cualquier coche del mercado, pero han escogido uno de los más contaminantes", añadió.

El anuncio de la modificación del impuesto fue bien recibido por el Partido Verde, que auguró "el fin del tractor de Chelsea", en referencia a los enorme todo terrenos que circulan por ese exclusivo barrio londinense. Sin embargo, un portavoz de la asociación del motor AA advirtió de que el incremento de la tasa perjudicará a muchas familias.

Los coches afectados

La medida afectará a todos los coches incluidos en la categoría G, aquellos que emiten más de 225 gramos de CO2 por kilómetro. Los que emitan menos de 225 gramos seguirán pagando 12 euros.

En el grupo de contaminantes están coches como el Range Rover 4x4 V8 (389 gramos por kilómetro), el BMW X5 4.8 (324 gramos), el Porsche 9811 Carrera Cupé 3.6 (269 gramos) o el Jaguar X 2.0 (239 gramos). Pero también el Renault Espace 2 litros, que aunque emite 229 gramos, permite transportar más pasajeros que un coche convencional.

En septiembre, el PSOE debatió la conveniencia de un peaje para acceder al centro de las grandes ciudades. La proposición fue rápidamente retirada.