Prendas coloristas, artesanales y exclusivas, apuesta de una artista vallisoletana cuyas creaciones "no van a la moda"

Sus chales forman el núcleo central del vestuario de Raquel Castaño, que prepara la internacionalización de la firma
Raquel Castaño posa junto a alguno de sus diseños
Raquel Castaño posa junto a alguno de sus diseños
EUROPA PRESS
Raquel Castaño posa junto a alguno de sus diseños

Las prendas coloristas, con tejidos artesanales y diseños exclusivos conforman la apuesta de la vallisoletana Raquel Castaño, una "artista" de la confección cuyas creaciones, según reconoce, "no van a la moda" y "no son para todos los públicos".

Dentro de su vestuario, los chales forman el núcleo central de esta firma, que se prepara para su internacionalización, un "reto" dado el carácter "artesanal" y "extremadamente personalista" de las creaciones de Castaño, lo que le obligaría a "replantear" la estructura de su marca.

Confesa autodidacta, Castaño ha participado en diversos cursos para "perfeccionar" su técnica, aunque también ha impartido otros para compartir su personal visión de la moda, en la que "la investigación y la experimentación" juegan un papel "fundamental".

Así, aunque para cada temporada diseña una nueva colección, se trata de prendas "atemporales" de las que "no existen dos iguales", de modo que el cliente obtiene "algo único". En este sentido, ha subrayado que si alguien le pide una prenda en concreto que ya ha vendido, la reproduce "con algún cambio", puesto que su concepción "artística" le "obliga" a crear "una obra nueva en cada confección", en lugar de "fabricar en serie".

Estos diseños se caracterizan, como ha resaltado Castaño en declaraciones a Europa Press, por el colorido y el empleo de materiales como la seda o la lana, muchos de los cuales consigue combinar en sus creaciones "sin necesidad de coserlos", ya que emplea diversas técnicas como la aplicación de calor para que se mantengan unidos.

A la hora de confeccionar, Castaño desarrolla la pieza en su cabeza y la plasma en papel, por lo que "siempre" lleva encima una libreta para tomar nota de toda idea que le pueda surgir, dado que "la inspiración aparece en cualquier momento".

Así, esta vallisoletana diseña según se le ocurre, lo que implica que las creaciones se vean influidas "por el estado de ánimo de cada momento", pero ha advertido de que el resultado "nunca es parecido a lo que se lleva".

Esto implica que la cartera de clientes de la modista tenga un perfil con "un marcado gusto por las prendas muy personales" e incluso "artesanales", aunque su creadora ha enfatizado la "funcionalidad" de las mismas, que pueden lucirse "en cualquier momento".

La línea de vestuario de Raquel Castaño incluye desde vestidos hasta chales y mucetas, sombreros, tocados y zapatos decorados por la vallisoletana, prendas femeninas, pero "para todas las edades".

También elabora complementos con "piezas antiguas" que rescata a lo largo de sus viajes, con un marcado sabor oriental, para los que emplea cristales de Gambia, maderas talladas o piedras de Italia.

Aunque su taller artístico se encuentra en Mojados, Castaño confiesa que "nunca tiene tiempo libre" y que "incluso delante de la tele" tiene "una aguja en la mano", algo "agotador" pero que le resulta "muy reconfortante" porque le permite sentirse "realizada", más cuando por la calle se cruza con alguien que porta sus diseños, circunstancia que le aporta "un subidón".

Esta actividad de taller se compatibiliza con la gestión de la tienda ubicada en la calle Platerías de Valladolid, donde "dos o tres veces al año" convoca a sus clientes para presentar las nuevas colecciones en una fiesta en la que se brinda con champán y se degustan delicias morunas elaboradas por la propia Castaño, todo enfocado a dar "un trato personalizado" que favorezca "la fidelización de la audiencia".

Esta "dedicación personal" de Castaño dificulta precisamente la ampliación del mercado a nivel internacional, a pesar de que su responsable considera que este tipo de moda "tiene mejor acogida en el extranjero". No obstante, ya ha habido firmas de moda española que le han planteado la posibilidad de hacer una colección de fulares.

ORÍGENES

El actual establecimiento de Raquel Castaño abrió sus puertas el pasado mes de mayo, aunque desde abril de 2011 estuvo ubicada en la calle Claudio Moyano de la capital. En cualquier caso, la trayectoria de esta diseñadora se remonta a hace más de una década, cuando comenzó a confeccionar prendas de vestir para amigos "como un hobby".

Posteriormente, pasó a diseñar "para alguna tienda" y a mostrar sus creaciones en determinadas ferias de moda. "Una vez que te metes no puedes salir, tienes ansia de aprender, de experimentar", ha defendido.

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