El diputado nacional de Asturias por Foro, Enrique Álvarez Sostres, ha tildado de "muy tímida" el anteproyecto de reforma educativa del ministro de Educación, José Ignacio Wert, la LOMCE, sobre la que ha dicho estar de acuerdo con la autonomía de los centros pero no así con la evaluación censal en cuarto de la ESO, al considerar que los resultados pueden abocar a un mayor fracaso escolar.

Sostres, que ha hablado así en Gijón antes de pronunciar una conferencia en el Ateneo Jovellanos sobre la nueva Ley Educativa como portavoz de Educación del Grupo Mixto, ha incidido en que Foro está conforme con el Gobierno Central en el diagnóstico educativo que hace necesaria una reforma, pero difiere "en las terapias".

Ha lamentado, entre otras cosas, que se diera marcha atrás en la implantación de los tres años en Bachillerato, algo que ha adelantado que tratarán de enmendar durante el trámite parlamentario. Ha defendido, no obstante, la autonomía de los centros tanto curricular, como pedagógica, económica y administrativa. Ha asegurado que es el futuro y se emplea en muchos países europeos, además de que serviría para solucionar muchos problemas como la autoridad del profesor.

Asimismo, ha considerado "tímida" también la propuesta de libre elección de centro, una cuestión que Foro llevaba en su programa electoral, además de considerar que hay falta de definición en el ciclo de 0 a 3 años, fundamental para él la conciliación de ella vida familiar y laboral.

Aumento del fracaso escolar

Otro de los puntos en discordia es el modelo de pruebas nacionales, de las que ha considerado un "error" que en cuarto de la ESO se haga, ya que podría conllevar un incremento "sustancial" del fracaso escolar de quien no la supere, mientras que ha visto que la prevista en sexto de Primaria permite más recorrido del alumno, aunque ha incidido en que debe ser orientadora.

Con todo, ha abogado por la necesidad de un gran pacto entre la comunidad política y educativa, por lo que ha considerado que el ministro tiene la tarea "absolutamente" necesaria de poner de acuerdo a los grupos políticos y a los colectivos educativos y sociales. "Una Ley educativa no puede ser una imposición total", ha apuntado.

Ha destacado, en este sentido, que confían en poder abordar algunas de estas cuestiones durante el trámite parlamentario y que se introduzcan algunas mejoras en el texto. Ha augurado que en tres o cuatro meses el borrador final pase a la Comisión de Educación y de allí salga la ponencia que vaya al Pleno. Actualmente está en la Conferencia Sectorial de Educación, "limando asperezas con los nacionalismos", ha remarcado Sostres.