Nadie mueve ficha y el tiempo se agota: EE UU, a dos días de un 'abismo' de recortes e impuestos

  • La Cámara de Representantes se reunirá el domingo 30 de manera extraordinaria; Obama mantiene reuniones de última hora con demócratas y republicanos.
  • El 1 de enero entran en vigor recortes de gasto público y subidas de impuestos; los primeros se decidieron en 2011 para forzar un acuerdo sobre el déficit.
  • Además, se terminan las exenciones fiscales aprobadas por Bush y ampliadas por Obama en 2010; todo se producirá a la vez y causaría una recesión.
  • Obama reiteró este sábado que, sin un acuerdo, el Senado, bajo control demócrata, debe aprobar su propio paquete de medidas mínimas.
  • Un senador republicano asegura que el Congreso puede evitarlo si los demócratas dejan de lado el "partidismo".
  • ¿Qué es el precipicio fiscal y qué se está negociando?
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresa a la Casa Blanca después de sus vacaciones de Navidad en Hawaii,en Washington.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresa a la Casa Blanca después de sus vacaciones de Navidad en Hawaii,en Washington.
EFE/Dennis Brack
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresa a la Casa Blanca después de sus vacaciones de Navidad en Hawaii,en Washington.

Dos días es el plazo con el que demócratas y republicanos cuentan para ponerse de acuerdo y solucionar el gran problema que amenaza la estabilidad económica de Estados Unidos, pero también la del resto del mundo: el famoso "abismo fiscal".

La presión, interna y externa, crece para forzar un pacto al que el presidente del Gobierno, Barack Obama, está dedicando esfuerzos de última hora tras interrumpir sus vacaciones en Hawaii. Este mismo viernes se reunió en el Despacho Oval con los cuatro líderes del Congreso, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

Obama explico tras el encuentro que se siente "moderadamente optimista" sobre un posible acuerdo y que la cita fue "constructiva", pero que el tiempo se termina y que los ciudadanos americanos están mirando lo que hacen para solucionar este asunto. Asegura que demócratas y republicanos siguen "trabajando" para llegar a un acuerdo de mínimos, pero que si no lo logran, los primeros presentarán una propuesta.

La Cámara, de hecho, se reunirá también de manera extraordinaria el domingo, 30 de diciembre. El objetivo es, al menos, lograr un acuerdo de mínimos —aunque habría que ponerse de acuerdo en cómo reducir el déficit en 1,2 billones de dólares a lo largo de la próxima década—, pero las posturas totalmente encontradas no lo ponen fácil. Obama pronunció hace unos días la palabra "tragedia".

Sin embargo, Obama reiteró este sábado que, sin un acuerdo, el Senado, bajo control demócrata, debe aprobar su propio paquete que prorrogue los recortes tributarios que vencen el 31 de diciembre y subsidios para los desempleados, y establezca las bases para fomentar el crecimiento económico y la reducción del déficit.

"Simplemente no podemos permitir una herida política autoinfligida a nuestra economía. La economía está creciendo, pero para que eso continúe la gente en Washington tiene que hacer su trabajo", subrayó.

Opiniones y advertencias

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, cree que aún hay tiempo de evitar una "totalmente evitable crisis económica", pero asegura que no van a "firmar un cheque en blanco para los demócratas"; por su parte, el líder de la mayoría demócrata de la Cámara Alta, Harry Reid, es más pesimista y ha acusado a los republicanos de permanecer bajo una "dictadura".

El senador republicano de Misuri, Roy Blunt, afirmó este sábado que el Congreso de EE UU aún está a tiempo de evitar el temido "abismo fiscal" a fin de mes, e instó a los demócratas a que dejen del lado el "partidismo".

Durante el discurso sabatino de los republicanos, Blunt dijo que los republicanos de la Cámara de Representantes ya han aprobado una legislación que conjura el "abismo fiscal". "Afortunadamente, podemos evitar caer en el abismo fiscal. No hay mucho tiempo pero aún queda tiempo para actuar. Tanto el presidente Obama y el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, han alegado que un plan viable sería uno que pueda ser aprobado en ambas cámaras del Congreso, y los republicanos estamos de acuerdo", dijo Blunt.

Blunt aconsejó a Obama a que aproveche su capital político y trabaje junto con los republicanos "para resolver este problema y resolverlo ahora".

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, instó hace unas semanas a "eliminar esta incertidumbre", porque el trágico desenlace tendría "repercusiones en todo el mundo". Por su parte, el gobierno alemán se muestra confiado en que habrá un acuerdo "dentro del plazo previsto". Los mercados están nerviosos: Wall Street cerró este viernes con un fuerte descenso del 1,21%.

La agencia de calificación crediticia Dagong Global Credit ha colocado en vigilancia negativa la nota de solvencia 'A' de EEUU ante el riesgo de que no haya acuerdo. "El conflicto político y los fallos en la gestión de la deuda nacional han devuelto la solvencia del Gobierno federal al borde del abismo", advierte la agencia china, que ya rebajó en agosto de 2011 el 'rating' estadounidense por esta cuestión.

"Gobernar es una responsabilidad compartida de ambos partidos, eso significa que cada parte tiene que ceder algo y que no se puede conseguir el 100% de lo que uno quiere", ha dicho el presidente del Gobierno esta misma semana.

¿Qué pasará el 1 de enero?

El 1 de enero se pondrán en marcha de forma automática y al mismo tiempo recortes de gasto público y subidas de impuestos equivalentes a unos 600.000 millones de dólares.

Los recortes fueron acordados por el Congreso en el verano de 2011 como mecanismo de presión para forzar un acuerdo bipartidista, que nunca llegó, sobre la reducción del déficit presupuestario y la deuda. Serán especialmente duros en Defensa, aunque también afectarán, por ejemplo, a las prestaciones al desempleo —que Obama quiere que sigan recibiendo dos millones de personas—, a la educación y al programa de salud para personas mayores Medicare.

Los impuestos, por su parte, son consecuencia del vencimiento de exenciones fiscales aprobadas durante la presidencia de George W. Bush, en 2003, y ampliadas en 2010 por Obama. Si se terminan, se calcula que las familias de clase media afrontarían un incremento promedio de unos 2.200 dólares anuales.

Por eso, los demócratas quieren que caduquen esas exenciones, pero solo para los ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales, mientras que los republicanos piden que continúen para todos. Para Obama, un aumento de los ingresos fiscales es un complemento esencial a nuevos recortes que permitan reducir el déficit y poner a la deuda en el camino descendente en el largo plazo.

Sin embargo, los republicanos opinan que el déficit se puede reducir sin actuar por el lado de los ingresos fiscales, y defienden incidir en los recortes de gasto, especialmente en programas sociales que consideran inviables.

Para intentar llegar a un acuerdo, Obama aceptó subir de 250.000 a 400.000 dólares anuales el umbral de los hogares que, a su juicio, deben pagar más impuestos para que aumenten los ingresos del Estado. Los republicanos, por su lado, propusieron la subida de impuestos para aquellos hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares, plan que no fue aceptado por la derecha más conservadora.

Las ofertas que han hecho hasta ahora Obama y Boehner parecen coincidir en un ahorro de en torno a los 2 billones de dólares en la próxima década. Los republicanos quieren que sea mitad en ingresos y mitad en gastos, mientras que Obama opta por que el porcentaje de ingresos sea mayor que el de los recortes: en torno a 1,4 billones de ingresos y 750.000 millones en gastos.  Si no hay acuerdo final, Estados Unidos podría caer en una recesión.

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