El Gobierno de Zaragoza y el grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de la ciudad han acordado derogar la ordenanza sobre la protección del espacio urbano, conocida como ordenanza cívica, con la intención de adecuar las sanciones a la realidad.

El vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, y el portavoz del grupo municipal de IU, José Manuel Alonso, han informado en rueda de prensa de este acuerdo que conlleva unos trámites administrativos ya que se tiene que aprobar por el Gobierno de Zaragoza, por la comisión y finalmente por el pleno.

Ambos se han dado un margen de tres meses para que esté finalmente derogada la ordenanza cívica para detallar que los técnicos trabajan en la adecuación de los aspectos que se derogan también afectarán a otras tres ordenanzas sectoriales como la de limpieza pública, la del uso de zonas verdes y la de actividades publicitarias.

Este acuerdo supone el "cumplimiento de los acuerdos alcanzados para aprobar el presupuesto de 2012" ha señalado Alonso para puntualizar que contiene unos objetivos importantes como la adecuación de las sanciones con una rebaja económica y la aplicación de criterios racionales; además de abrir un proceso de carácter educativo "no coercitivo que recoja el apercibimiento, la amonestación y la aplicación de medidas que permitan recuperar el estado anterior del espacio que haya sido alterado o deteriorado".

Alonso ha querido dejar claro que esta derogación se vincula a los compromisos alcanzados en 2012 y "sin comprometer a ninguna parte en el presupuesto de 2013".

Niveles y grados

Fernando Gimeno ha subrayado que con este acuerdo de derogación "hay un alto grado de cumplimiento con IU y también con CHA" para estimar que "era una buena ocasión para hacer una reflexión sobre el conjunto de las ordenanzas", ya que se aprueban con "carácter de aluvión y algunas eran contradictorias" como la pegada de carteles que en algunas ordenanzas se sancionaba y en otras "tenían bula".

De forma sintética ha indicado que las sanciones pasan de ser de dos a tres niveles (faltas leves, graves, y muy graves) y cada unos de ellos con tres grados (mínimo, medio y máximo).

"No es lo mismo pegar un cartel en la facha del Pilar, que en una valla, o en un comercio cerrado desde hace tiempo que en otro en plena actividad" ha indicado Gimeno y otro ejemplo que ha expuesto es que no se diferenciaba entre cortar un flor o un árbol.

El acuerdo recoge eliminar la limitación de edad en los casos en los que los infractores prestan un servicio a la comunidad en lugar del pago de la sanción económica correspondiente (actualmente se impedía a los mayores de 21 años esta alternativa).

Además, se incorpora la amonestación verbal como medida disuasoria en los casos de infracciones tipificadas como leves; y se mejorar la armonización entre infracciones y sanciones similares en las diferentes ordenanzas, tratando de sobreponderar el factor didáctico y educativo sobre el coercitivo.

Gimeno ha incidido en que la filosofía es "cambiar culturalmente los comportamientos de la gente" y ha expuesto el ejemplo de que "tirar un chicle a la calle es peor que tirar un papel".

Un motivo por el han justificado que se deroga es que las elevadas sanciones económicas "la mayoría no se cobraban" como los 1.500 euros de sanción máxima por dañar los espacios urbanos en la práctica del botellón. Además, ha recordado que muchas sanciones se sustituían por la prestación social sustitutoria por lo que se "generaba una situación absurda ya que la mayoría se acogía a la PSS y no se pagaban".

Alonso ha agregado que con este acuerdo "Zaragoza da un paso en aplicar las reglas para la convivencia, se apuesta por el civismo en lugar de aplicar medidas coercitivas y se defiende lo público y lo colectivo con medidas que lo garantizan".