El Real Madrid ha debutado con buen pie en el 'Top 16' de la Euroliga tras superar (63-77) al Alba Berlín en el duelo disputado este jueves en el O2 World, donde el conjunto de Pablo Laso, liderado por Sergio Llull, terminó de romper en el último cuarto un partido en el que no necesitó de su mejor nivel, para sumar así la primera victoria en el grupo E.

El líder de la Liga Endesa viajará a Barcelona para disputar el 'Clásico' este domingo con la moral alta y con los deberes hechos en Europa. No necesitó el Madrid exprimirse, aunque sí contó con un recuperado Rudy Fernández para evitar sorpresas ante una de las cenicientas del grupo, que solo aguantó hasta que el equipo blanco quiso.

"Estamos muy contentos con esta primera victoria en nuestro grupo. Por supuesto no estoy al cien por cien después de mi lesión, pero me siento mejor día a día", señaló el internacional español tras el partido.

El jugador mallorquín volvió a los planes de Pablo Laso después de recaer de sus problemas y molestias en la espalda, las cuales le han impedido jugar los dos últimos partidos ligueros.

Un 2-12 de inicio, con un gran Mirotic y con el brasileño Hettsheimer de titular, hacía prever un partido sencillo en el que Sergio Llull ya dejaba entrever sus ganas de sobresalir. Por si fuera poco, Rudy se animó también a anotar con lo que el conjunto local se encontró con un vendaval.

Sin embargo, Foster y la relajación de los de Laso permitió a los alemanes igualar el partido. Ya en el segundo cuarto, el Alba mejoró en defensa complicando más los ataques de los madrileños, que no encontraban la movilidad necesaria con el 'Chacho' Rodríguez (29-30). Además, Miralles se desmarcaba del resto de los locales en la faceta anotadora.

El estadounidense Carroll permitió a los de Laso volver a mandar en el partido gracias a sus nueves puntos en el segundo cuarto, pero el juego del Madrid, así como su acierto en el tiro de tres, había bajado considerablemente.

Tras el descanso, el conjunto madridista trató de romper el partido y por momentos parecía el final del partido para los locales. De nuevo un Llull muy acertado y Rudy, que sin brillar se ponía ya en 13 puntos, ponían tierra de por medio en el marcador (37-50). Sin embargo, no solo en eso la historia se repetía, y el Alba volvía a meterse en el partido de cara a los últimos 10 minutos (54-60).

Los de Laso se plantaron bien atrás y las cosas se complicaron para los locales, que anotaron 5 puntos en casi siete minutos. Ésto puso el partido de cara para los blancos. Sergio Rodríguez logró encontrar los huecos finalmente, Carroll culminó un gran partido sumando los puntos de la tranquilidad y Mirotic mató el duelo con un triple.

Por otro lado, el Unicaja, que estuvo treinta y siete minutos por debajo en el marcador y arrancó con un 0-15, se apuntó un triunfo muy trabajado en el inicio del 'top 16' de la Euroliga ante el Brose alemán, que fue superior en muchos momentos pero al que le fallaron las ideas en los instantes finales en un pabellón Martín Carpena en el que estaba invicto.

El equipo malagueño pagó con derrota en los dos primeros cuartos el mal comienzo con un parcial de 0-15 en los primeros cinco minutos. Los jugadores cajistas se contagiaron del escaso ambiente y entre el ritmo bajo, la defensa inexistente y la mala selección de tiro llevaron a un marcador inesperado.

El pívot croata Luka Zoric, el único superviviente en el primer cuarto, anotó los dos primeros puntos de tiros libres 2-15, y paulatinamente el cuadro de Jasmin Repesa comenzó a enmendar la situación, sobre todo a partir del 17-26 (m.12), tras un triple del alero estadounidense Casey Jacobsen.

No tuvo más remedio el Unicaja que apretar en defensa, con lo que comenzó a equilibrar el partido, tanto que un triple del base estadounidense Earl Calloway lo igualó (29-29, m.15).

Hasta ahí llegó el conjunto local, porque de nuevo notó la impotencia de querer y no poder ante un serio conjunto alemán, en el que el ala-pívot estadounidense Sharrod Ford hacía mucho daño en ataque. Además, los triples de Gavel y Goldsberry mantuvo al Brose por delante al descanso (39-45).

El paso por los vestuarios no benefició al conjunto malagueño, que volvió a atascarse (46-57) en un juego por momentos sin sentido y con muchos errores. Para fortuna del Unicaja volvió a aparecer la magia del base estadounidense Marcus Williams, que con dos triples levantó el encuentro (63-65).

Ni siquiera una técnica a Repesa (63-69, m.30) alteró el libro de ruta de Williams, quien estuvo secundado por Andy Panko para situar al equipo malagueño por primera vez por delante en el minuto 37 con un 76-74.

La situación era completamente distinta. La presión era para un Brose que había perdido toda su efectividad, tanto que pese a aguantar hasta el 80-80, comprobó cómo el Unicaja sabía manejarse en los compases finales para sentenciar con un 85-80 que en el último instante se convirtió en el definitivo 85-82.

Por su parte, el Caja Laboral se ha impuesto (82-74) al Olympiacos en el primer partido del 'Top 16' disputado este jueves en el Buesa Arena, donde el conjunto vasco rozó la perfección en especial tras el descanso para encarrilar una victoria que confirma el cambio de dinámica en los vitorianos, que presentan su candidatura a los 'play-offs' derrotando al defensor del título.

La línea ascendente del conjunto baskonista desde la llegada de Zan Tabak llegó a su culmen en el mejor escenario posible. Los vascos se vengaron de las dos derrotas en la Fase Regular ante Olympiacos, sumando una victoria de prestigio y de mérito. Los vascos, con un Lampe superior, convierten el Buesa en un fortín y mandan un serio aviso al resto de miembros del grupo F.

Como era de esperar, el duelo no defraudó desde el primer minuto, con un gran ritmo anotador en ambos equipos. El mayor referente de los griegos, Spanoulis, pronto puso a los suyos en el buen camino aunque el buen hacer del campeón de Europa no pilló desprevenido a los locales, con Nocioni, bien en los rebotes además de anotando, Oleson y Lampe realmente acertados (19-24).

En el inicio del segundo cuarto, Olympiacos salió más enchufado y ágil en ataque (19-30), pero el Buesa Arena solicitó la reacción de los suyos y esta no tardó en llegar. El duelo siguió con gran ritmo pero los de Zan Tabak mejoraban en defensa, y con atrevimiento y acierto arriba apretaban el marcador al descanso (40-44).

Tras el paso por vestuarios, la salida en tromba de los vascos dejó sin capacidad de reacción a los visitantes. Tabak pedía rapidez desde el banquillo y sus jugadores se la dieron, liderados por un gran Heurtel. Lampe, con 11 puntos en el tercer cuarto, y Oleson rompieron el partido junto al base francés con brillantez (67-55), para el delirio de un Buesa entregado.

La reacción del campeón era de esperar, pero el Baskonia supo manejarla manteniendo su renta. La superioridad de los locales en el acierto anotador mantuvo al Caja Laboral abonado a la ventaja de diez puntos. Al final pesó la responsabilidad y costó cerrar el partido ante el último arreón de los visitantes, pero el colchón labrado con anterioridad dejó la alegría en Vitoria.