Un artista callejero denuncia la intromisión de Google Street View en nuestra vida privada

  • Paolo Cirio hace carteles con reproducciones a tamaño natural de personas fotografiadas en las calles de los mapas de Google Street View.
  • El artista italiano pega las figuras troqueladas en el mismo lugar en el que aparecen en Internet y las convierte en "fantasmas callejeros".
  • Utiliza las imágenes sin autorización: "He invertido el acto. He utilizado fotos de individuos a los que Google no pidió permiso".
Cartel y captura original de Google Street View del número 214 de la calle Lafayette en Nueva York
Cartel y captura original de Google Street View del número 214 de la calle Lafayette en Nueva York
Paolo Cirio
Cartel y captura original de Google Street View del número 214 de la calle Lafayette en Nueva York

Cualquier persona que esté en la calle en ese momento será también fotografiada le guste o no. Google Street View proporciona mapas de ciudades de todo el mundo con imágenes panorámicas de la vía pública que un coche de Google capta en sus recorridos. Con cada vez más ciudades fotografiadas, La empresa ha chocado en estos últimos años con diferentes leyes de privacidad e intenta subsanar cualquier ilegalidad borrando las caras de los viandantes y las matrículas de los coches con un sistema que tiene fallos.

Paolo Cirio (Italia, 1979) le echa un pulso a Google con el proyecto de arte urbano Street Ghosts (Fantasmas callejeros). El artista busca a los peatones captados incosncientemente por la macrocorporación, reproduce la imagen a tamaño natural y coloca el cartel troquelado en el mismo lugar en que encontró a la persona en el mapa original. Las figuras se convierten en fantasmas efímeros, susceptibles de desaparecer pronto, arrancados o cubiertos por anuncios.

Las figuras humanas muestran a viandantes corrientes hablando por el móvil, con las manos en los bolsillos, ajenos a la cámara. Muchas veces el sistema de la aplicación para borrar los rostros es inexacto y deja visible la identidad de la persona. Cirio encuentra especialmente gratificante esos fallos y los exhibe en algunos de los carteles del proyecto.

Consciente de infringir el 'copyright'

Declara que su "arte preparado" es simplemente una utilización artística de la información reunida por la empresa y es más que consciente de estar infringiendo el copyright de las imágenes utilizándolas "sin autorización": "He invertido el acto. He utilizado fotos de individuos a los que Google no pidió permiso y las he puesto en paredes públicas".

En una iniciativa que piensa continuar y extender animando a los internautas a que le propongan lugares para abandonar nuevas figuras, ya ha colocado sus "sombras callejeras" en Berlín, Londres y Nueva York, siempre en paredes libres en las que se permite pegar carteles. Cirio ve las reproducciones de personas borrosas como "víctimas al azar" de una guerra entre empresas que buscan hacerse con el control de nuestra intimidad y nuestros hábitos. "Se supone que la gente no debe salir en estas fotos, pero lo hacen (...) Son esclavos fantasmagóricos atrapados para siempre en un mundo digital".

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