El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero está convencido de que el referéndum sobre la independencia de Cataluña "no se celebrará", porque en la Constitución "no cabe el derecho a decidir".

Durante una entrevista para La Sexta, la primera que concede desde que dejó el cargo, el líder socialista "no duda" de que los dirigentes de CiU y ERC "saben muy bien que no pueden llevar a cabo el programa que han aprobado", por lo que cuestiona la "vocación independentista" del presidente catalán, Artur Mas.

"Cataluña no gana ninguna simpatía en las instituciones europeas con esa postura", apuntó, afirmando que la vía para afrontar la situación en Cataluña es el "camino siempre difícil del diálogo y el entendimiento". En ese contexto, subrayó que la dirección del PSOE ha manifestado con "claridad que no comparte la posición del PSC" de apoyar el derecho a decidir.

El exjefe del Ejecutivo (2004-2011) y actual miembro del Consejo de Estado cree también que España "se puede librar del rescate" y que "con los datos que hoy conocemos lo más conveniente es no pedirlo". Argumenta, incluso, que el país se podría "librar de la amenaza del rescate" si el Banco Central Europeo "actuara algo más como Banco Central de todos de lo que actúa". En ese sentido, pronosticó que, "aunque le cueste mucho asumir ese papel, el BCE acabará siendo cada vez más parecido a la reserva federal".

En la entrevista, Zapatero abogó por "explorar la vía de la reforma de la Constitución" a partir de un pacto entre los dos grandes partidos, pero sin excluir al resto.

Tras admitir que "a lo mejor" es cierto que traicionó sus principios al congelar las pensiones, presumió de dejar un fondo de reserva en la Seguridad Social de 70.000 millones de euros, frente al que encontró de 16.000 millones, y que "eso está permitiendo ahora el pago de las pensiones". Si se "aprende esa lección", añadió, cuando pase la crisis se puede "hacer algo parecido en Sanidad y Educación y aprovechar los años de crecimiento para el ahorro y para tener un fondo de garantía" en el futuro.

Zapatero no quiso pronunciarse sobre la situación de Bankia, de la que afirmó no haber hablado "nunca" con el expresidente de la entidad Rodrigo Rato —hoy imputado en el caso de la quiebra de la entidad—, aunque sí señaló que "es llamativo" cómo pasó de tener beneficios a las pérdidas que forzaron el rescate financiero de la UE a España. Acerca de las indicaciones del Banco de España sobre el rumbo negativo de Bankia antes de su quiebra, Zapatero afirmó que él está "conociendo ahora" esas informaciones. "Parece que no cumplía la vigilancia con todo el rigor", sentenció.

En este sentido, reflexionó acerca de la "desintonía" que existe entre la independencia de los organismos reguladores con el hecho de que después se plantee que el Gobierno deba asumir la responsabilidad cuando los primeros fallan en su supervisión.

Zapatero confió en que la segunda parte del próximo año pueda tener "una expectativa mejor" de cara a 2014 e hizo hincapié en que su "confianza en España, en su progreso, su capacidad económica" y sus ciudadanos "está incólume". "Espero que esta dura crisis nos sirva, y a mí el primero, a mí el primero, para rectificar los errores", concluyó.