La ayudante y la representante de Isabel Pantoja han asegurado este martes en el juicio que se sigue por blanqueo de capitales en Málaga que el exalcalde de Marbella Julián Muñoz no le dio dinero a la tonadillera, y que él no estaba autorizado en las cuentas bancarias de la artista.

Teresa Pollo, colaboradora y amiga de Pantoja desde hace más de 30 años, ha afirmado en calidad de testigo que Muñoz no aportó dinero a las cuentas de la cantante, sino "más bien al contrario", ya que él tenía una nómina de una sociedad de la artista.

La testigo ha señalado que, como persona de confianza, ella estaba autorizada en las cuentas de Pantoja, y que se encargaba de ingresar el dinero en efectivo que ésta cobraba por algunas galas, así como otros trámites administrativos y del control de sus negocios de ocio y restauración.

No obstante, ha reconocido que ella llegaba y recogía el dinero que había en la caja fuerte del restaurante pero "no se detenía a mirar" recibo por recibo.

"Era prácticamente los ojos de la dueña" en sus negocios, ha afirmado Pollo, que ha relatado que en el complejo Cantora, ubicado en Fuengirola (Málaga), se hacían fiestas privadas, celebraciones familiares y presentaciones de vehículos, y que desde la inauguración "se vio desbordado", con una lista de espera de tres meses.

Respecto a una de las operaciones sospechosas de blanqueo en la que constan diez ingresos sucesivos de 3.000 euros en abril de 2003 en una de las cuentas de la cantante, la testigo ha asegurado que fue "un cambio de dólares".

Según ha explicado, eran más de 40.000 dólares por una actuación de Pantoja en el extranjero que se ingresaron de esta forma porque el director del banco así se lo indicó, para que no figuraran como ingreso de dinero de la propia Pollo.

Tanto esta testigo como la representante de la artista, María Navarro, han afirmado en el juicio que Pantoja acostumbraba a tener dinero en casa.

Navarro, que trabaja desde hace más de 20 años para Pantoja, ha dicho que durante el tiempo que la artista y Muñoz mantuvieron una relación sentimental, el exalcalde ayudaba a la tonadillera en sus tareas profesionales "muy levemente".

La testigo ha declarado que era ella, como representante, la que se encargaba de buscar las galas, aunque Muñoz sí se ocupaba de cuestiones como ver "si estaba bien el camerino" de Pantoja o de que se sirviera el catering solicitado, labor por la que "cobraba algo".

La representante de Pantoja ha especificado asimismo que la tonadillera solía cobrar por gala de 60.000 a 80.000 euros.

Por otra parte, el exgerente de la empresa Planeamiento 2000 de Marbella y presunto cerebro de la trama de corrupción descubierta en la 'operación Malaya', Juan Antonio Roca, ha comparecido en calidad de testigo, a propuesta de la defensa de Muñoz.

Roca ha confirmado que durante el segundo mandato del GIL en Marbella, entre 1995 y 1999, Muñoz y otros dos concejales recibían 200.000 pesetas al mes (unos 1.200 euros) como miembros del consejo de administración de la empresa municipal, pagos que fueron fiscalizados por el Tribunal de Cuentas, ha apostillado.

Y ha añadido que Muñoz no hacía trabajo para el consejo, sino que se limitaba a asistir a las reuniones y que sólo podía cobrar como integrante de dicho órgano.

Isabel Pantoja se enfrenta a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y multa de 3,6 millones de euros, y Julián Muñoz, a otra de siete años y medio de cárcel y siete de inhabilitación por blanqueo de capitales continuado y cohecho pasivo y multas por un total de 7.466.000 euros.

En el juicio, que se reanudará el próximo 8 de enero, también está procesada la exesposa de Muñoz, Maite Zaldívar, a la que se le piden tres años y medio de cárcel y una multa de 2,6 millones de euros.