La música suena a todo volumen en las oficinas de El Volcán, en Madrid. Eric y Floren, dos quintas partes de Los Planetas, descansan en el sofá. "Ya se acerca la hora de la cerveza", apunta el primero. Tendrá que esperar, al menos hasta después de la entrevista.

Vuelven a los escenarios en diciembre. ¿Hay ganas?

Eric (E.): Sí. Sobre todo porque poco después es el fin del mundo. Pero solo en Alcobendas. Hay recortes hasta para el fin del mundo.

Floren (F.): El primer mundo va a caer. Solo va a quedar el Tercer Mundo a flote.

Si de verdad se acabara el mundo, ¿qué harían en su último día?

F.: Yo me quedaría en casa. Echando la siesta después de hacer el amor.

E.: Yo no. Yo saldría a la calle a respirar el ambiente.

En cualquier caso, antes de eso tocan. Y lo hacen compartiendo cartel en con La Bien Querida, Triángulo de Amor Bizarro,  Los Punsetes Klaus & Kinksy, Sr. Chinarro... ¿Esto es algo así como el all-star del indie?

E.: Es una alineación. La alineación de Los Planetas.

F.: Son todo grupos afines a nosotros, tanto por amistad como por su criterio artístico.

¿Con cuál de ellos se quedan?

F.: Cada uno tiene sus gustos, pero no lo podemos decir porque que se enfadarían (risas). Pero si están ahí es por algo.

¿Los grupos jóvenes vienen pegando fuerte?

F.: Claro que sí. Es lo que toca a esa edad. En la juventud está la rebeldía, la fuerza y el cambio. La música es un vehículo necesario para que la juventud se exprese.

E.: Además hay paro, así que estudiar ya no sirve para nada. Mejor coger una guitarra y dedicarse a lo artístico (risas).

Tampoco está la cosa para tirar cohetes en la música...

E.: No. Pero bueno, siempre ha ido regular, así que... ya se sabe de antemano lo que hay (risas).

¿Lo tienen más difícil las nuevas generaciones de músicos?

F.: Por una parte sí, porque antes era más fácil tocar en cualquier parte y ahora triunfar en esto es más jodido. Pero por otra, Internet es una ventana para informarse de todo lo que está pasando. En cualquier caso, un buen grupo triunfará en cualquier época.

E.: Además, desde la política no se apuesta por la cultura. Nos están dando el opio del fútbol. Pero todo llegará: después de todas las grandes crisis siempre hay una explosión de creatividad.

El hambre agudiza el ingenio...

E.: Sí. Y la mala hostia. Si esa rabia la enfocas por el lado artístico, pueden surgir cosas muy interesantes.

F.: Ya pasó en el 77, con la Tatcher. Hubo una gran explosión social y musical.

Volviendo al indie. ¿Qué es el indie para la que supuestamente es la banda indie por antonomasia?

E.: Es una actitud: hacer las cosas como creas. El "tú te lo guisas y tú te lo comes", prevaleciendo la calidad artística y sin tratarla de manera frívola. Pero ahora mismo el indie tiene una boca tan ancha que hasta Georgie Dann cabría en el género (risas).

F.: Hubo un boom del indie en España en los noventa, con bandas cantando en inglés que fueron muy importantes para crear un circuito. Pero hoy en día está bastante en crisis.

A pesar de esa moda de cantar en inglés, Los Planetas siempre apostaron por el castellano. Ahora lo hacen cada vez más bandas. ¿Nos estamos quitando el complejo?

F.: Sí. A día de hoy a la gente no le avergüenza hacer y cantar una canción de amor en castellano. Antes parecía que molaba más cantar en inglés. Pero nosotros siempre hemos defendido el castellano, incluso a bandas de los ochenta que estaban denostadas en ese momento como Radio Futura, Derribos Arias, Parálisis Permanente, Los Secretos... Y chocaba porque no hablábamos de las bandas que estaban de moda en ese momento, como Nirvana o Teenage Fanclub.

En lo discográfico, hace tiempo que no sacan nuevo álbum. ¿En qué momento se encuentran?

E.: Tenemos canciones, pero por el momento no planeamos grabarlas.

F.: Tenemos a Los Planetas un poco aparcado por el resto de proyectos: Los Evangelistas, Los Pilotos... Y eso quita tiempo. Pero eso no quita para que todos estemos componiendo.

Y esas nuevas composiciones, ¿siguen la línea de sus últimos discos?

F.: Las canciones de Jota seguramente sigan esa onda flamenca. Las mías tirarán más al surf, al rock and roll y a lo alternativo. Así que haremos una ensaladilla con todos los ingredientes.

Hablando del flamenco, ¿cómo creen que se ha recibido entre los puristas del género su incursión en el mismo?

E.: Mal (risas).

F.: Yo creo que directamente no les interesa. No es una música atractiva para ellos. El flamenco es un mundo muy cerrado.

E.: En cualquier caso, nosotros nos hemos acercado al mundo del flamenco con respeto, porque no hacemos flamenco. Pero de la misma manera que nos hemos interesado por el flamenco, estaría bien que el flamenco se acercara más al rock. Solo Morente lo hizo.

A poca gente simplemente le gustan Los Planetas. La mayoría los aman o los detestan. ¿Por qué se da esa dicotomía?

E.: Porque a veces somos muy simpáticos, pero otras podemos llegar a tocar mucho los cojones (risas).

F.: No le tenemos que gustar a todo el mundo. Es lógico. Grupos que le gusten a todo el mundo... solo los Beatles.

Super 8. Qué puedo hacer, Brigitte... El debut de Los Planetas incluía una colección de hits sencillos y directos que los pusieron en boca de muchos.

Una semana en el motor de un autobús. Grabado en Nueva York, fue la gran confirmación del grupo, y uno de los discos más aclamados de la década de los 90.

La leyenda del espacio. La primera incursión del grupo granadino en terreno flamenco pilló a muchos con el pie cambiado. Una maniobra osada.

Una ópera egipcia. Su último disco ahonda en la línea a mitad de camino entre rock y flamenco de sus últimos trabajos, lo que contentó a sus más acérrimos fans.