El exresponsable del Madrid Arena culpa al organizador y a Seguriber de las muertes

  • Su exconsejero delegado, cesado por Botella, afirma que el recinto es seguro y niega que se permitiese un macrobotellón en el aparcamiento.
  • Los vídeos de vigilancia desmontan la teoría de la avalancha desde el exterior.
  • Los porteros contratados por el organizador permitieron que los asistentes entrasen de forma irregular por rampas de evación y salidas de emergencia.
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José Ángel Rivero, exconsejero delegado de Madrid Espacios y Congresos, abandona la sala donde se celebra la comisión de investigación del Madrid Arena tras declarar ante los concejales.
José Ángel Rivero, exconsejero delegado de Madrid Espacios y Congresos, abandona la sala donde se celebra la comisión de investigación del Madrid Arena tras declarar ante los concejales.
Emilio Naranjo / EFE
José Ángel Rivero, exconsejero delegado de Madrid Espacios y Congresos, abandona la sala donde se celebra la comisión de investigación del Madrid Arena tras declarar ante los concejales.

El exconsejero delegado de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), José Ángel Rivero, ha cargado toda la responsabilidad de las muertes en el pabellón Madrid Arena en los organizadores, la empresa Diviertt, y en la empresa de seguridad, Seguriber, contratada por el propio Ayuntamiento de Madrid.

Rivero, destituido el pasado jueves por Ana Botella por ocultar un contrato de exclusividad con Diviertt, abrió este martes la comisión municipal de investigación. Según su versión, "la situación de riesgo" que se produjo en el pabellón sucedió "porque se superó con creces el aforo total", algo que corrobora la Policía. "Es un edificio extraordinariamente seguro", apostilló en palabras recogidas por la agencia Efe, aunque un informe municipal alertó en 2010 de importantes deficiencias en este sentido.

El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, también se refirió a ese informe de Urbanismo y se preguntó que habría pasado si el Ayuntamiento hubiese construido el pasillo de evacuación adicional en la pista que recomendaba el texto. " ¿Podría ser que se hubieran salvado las jóvenes que han muerto?", apuntó. Para David Ortega, portavoz de UPyD, el Ayuntamiento ni siquiera debería permitido el concierto del 1 de noviembre: "No está preparado. No es seguro".

Entrada por vías prohibidas

El responsable negó la versión del empresario propietario de Diviertt, Miguel Ángel Flores, que aseguró a juez que investiga el caso que la muerte de las cuatro adolescentes fallecidas fue consecuencia de una "irrupción súbita" de jóvenes en el pabellón sobre las 3.30 horas, antes de que el que el DJ estrella de la noche, Steve Aoki, comenzase su actuación.

Con las imágenes de las cámaras de seguridad del recinto en la mano, esa "avalancha" desde el exterior no existió. En cambio,  los porteros con chaleco amarillo contratados por Diviertt sí abrieron una salida de emergencia de la planta baja destinada a vehículos y un pasillo de evacuación situado en la primera para que el público entrase directamente a la pista. En 23 minutos, afirmó Rivero, habrían tenido acceso unas 2.000 personas a través del primer itinerario. La Policía investiga por qué se permitió esta entrada sin control por lugares no permitidos y que debían permanecer despejados.

Además, según los vídeos de esa noche recogidos por el diario El País, durante la hora previa a la actuación de Aoki ya se habían dado situaciones de riesgo por exceso de afluencia en uno de los vomitorios de acceso a la pista central (planta baja) situado frente al escenario.

Los tapones y aglomeraciones fueron habituales cada 10 o 15 minutos, pero la organización siguió permitiendo que entrase gente en la pista por salidas de emergencia y pasillos de evacuación. A las 3.33 se produjo la avalancha mortal en el mismo vomitorio.

"Seguriber no ha cumplido"

Rivero culpó directamente a Seguriber, la empresa a la que Madridec adjudicó la seguridad en el Madrid Arena en 2008, por redactar un plan de vigilancia "que no cumplieron en ninguno de sus términos". El portavoz del PP, Enrique Núñez, se sumó a sus conclusiones: "(Seguriber) No ha cumplido con lo que tenía que hacer y deja mucho que desear".

De esta forma, tanto el Ayuntamiento como el empresario organizador culpan a la empresa de vigilantes jurados, que también tenían a su cargo la sala de cámaras de vigilancia. Miguel Ángel Flores ya ha declarado ante el juez que Seguriber no realizó sus funciones porque no destinó ni una decena de personas al interior del recinto.

La empresa se ha defendido asegurando que su contrato con el Ayuntamiento solo le obliga a encargarse del perímetro exterior del Madrid Arena y de mantener desbloqueadas las puertas de emergencia. Además, esgrime que en los documentos que maneja Madrid Espacios y Congresos se establece que la seguridad interior corría a cargo de la empresa de porteros Kontrol 34.

Esta solo envió a Diviertt, la organizadora, una relación de personas con carnet de controlador habilitados por la Comunidad de Madrid que, sin embargo, no podían realizar labores de seguridad. Estas personas fueron contratadas como "auxiliares". De acuerdo a las declaraciones hasta el momento, nadie se ocupó de la seguridad interna en el Madrid Arena.

Durante la mañana también comparecieron el coordinador general de Empleo, Desarrollo Empresarial y Participación Ciudadana, Javier Conde, y el director general de Seguridad del Ayuntamiento, Pablo Escudero, aunque su aportación para aclarar lo hechos fue mínima.

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