El número de parados que viven con personas mayores de 65 años y que subsisten, en su mayor parte, gracias a su pensión se ha duplicado en España, según se desprende de un estudio realizado por la Obra Social de La Caixa.

En 2007, el 4% de los parados convivía con un jubilado. Hoy, tras cinco años de crisis económica, la cifra alcanza el 7,8%. Comparativamente, este dato se sitúa en Francia, según este estudio, en el 1,6% y en el 0,8% en Gran Bretaña y Dinamarca.

Además, el estudio presenta casos en los que familias en paro se han visto obligadas a trasladarse a vivir con abuelos a los que han sacado de las residencias.

Estos casos suponen una alarma especial ya que las autoridades han constatado que el aumento de la convivencia en situaciones adversas de precariedad económica, laboral y social con personas mayores genera más situaciones de violencia doméstica y casos de negligencia por abandono.

Estas situaciones se dan sobre todo cuando las familias no tienen los conocimientos necesarios para el cuidado de los ancianos a los que han sacado de las residencias por no poder sufragarlas o para poder disponer de su pensión.