Enamorada de la fotografía y de la Gran Vía madrileña por sus edificios, su decadencia y a la vez vitalidad, y por "su atractiva mezcla de contrastes y de paradojas fruto de ser una vía de paso", la periodista barcelonesa Anabel Abril mezcla imágenes propias hechas en Madrid con conversaciones con personajes catalanes relevantes que viven allí. El resultado es el libro Catalanes en Madrid. 50 miradas desde la Gran Vía (Ediciones Lectio).

Los catalanes en Madrid...

Somos diferentes en identidad y esto nos une y lo trasladamos.

Y la ciudad, ¿como les acoge?

Todos los entrevistados y yo hemos coincidido en que Madrid es muy acogedora con nosotros. Nadie te pregunta de dónde eres. Aquí pasan muchas cosas y te sientes como el centro de algo. Los catalanes que viven en Madrid se sienten a gusto y sacan provecho. Además, siempre ha habido catalanes aquí.

¿La cosa cambia cuando se habla de Cataluña?

Sí que sientes cierta incomprensión con el tema catalán. Creo que por falta de empatía. Pero el desconocimiento es mutuo. A raíz del último 11 de septiembre, algunos entrevistados detectan que, por las dos partes, se han radicalizado las posturas.

¿Todos los entrevistados se han ofrecido a participar a la primera?

Uno me sorprendió mucho, fue Albert Boadella. Me dijo textualmente "que no tenía nada que ver con Cataluña". El resto han entendido el porqué del libro. La selección de personajes fue arbitraria. Me gusta que me sorprendan y he planteado las entrevistas como conversaciones. Además de hablar de cada personaje, he querido encontrar a la persona y su psicología. Ycreo que en el libro esto se ve.

¿Qué objetivo personal ha logrado con este libro?

Íntimamente, me ha ayudado a entender más la ciudad de Madrid y lo he conseguido. Me siento más dentro de la ciudad que antes y cada vez me madrileñizo más. Y esto no significa que no eche de menos cosas de Cataluña, porque vuelvo a menudo. No soy una exiliada. Siento que tengo dos lugares propios.