Un total de siete grupos bancarios —la mayoría del sector, el 62% de la cartera crediticia— son solventes y no tienen necesidades adicionales de capital mientras que al menos cinco son deficitarias y sí lo requerirán, según los resultados del informe de la consultora Oliver Wyman, hechos públicos este viernes.

El déficit de capital de la banca española, que podría acercarse a los 60.000 millones de euros —59.300 millones si no se tienen en cuenta los procesos de fusión en marcha—, no afectará a siete entidades que dispondrán de recursos incluso para hacer frente a un escenario adverso de la evolución económica en los tres próximos años.

Para el resto de grupos se han identificado necesidades adicionales de capital de 59.300 millones de euros. Según el informe, en el que han estado trabajando unos 400 auditores en los últimos meses, las entidades más necesitadas de capital en el escenario más adverso serían con mucho, las nacionalizadas, con Bankia a la cabeza. El 86% de las necesidades de capital se concentran en estas cuatro entidades participadas por el FROB:

Las entidades nacionalizadas:

También tiene necesidades de capital:

Casos especiales

Ibercaja y Banco Popular suspenden, igual que BMN y las cuatro nacionalizadas, los test de estrés realizados por la consultora Oliver Wyman. Estas entidades, que concentran el 14% de los menos de 60.000 millones que sumarían junto con las entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tendrán que presentar planes de recapitalización para determinar si requerirán de ayudas públicas.

En el escenario base, sin embargo, ambas entidades cumplirían los ratios de saneamiento, dado que el Popular (667 millones) e Ibercaja (492 millones) no necesitarían una recapitalización de sus balances. Las entidades solventes pasarían, en ese caso, de ser siete, a nueve.

Ambas entidades han señalado sin embargo este viernes que serán capaces de evitar recibir ayudas públicas. No obstante, para demostrar esa supuesta solvencia deberán contar con el visto bueno de la Unión Europea, que analizará los informes de recapitalización requeridos y que deberán ser remitidos antes de noviembre.