La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha anunciado este jueves por la tarde que una persona ha sido detenida por la muerte de una trabajadora de Iberia en el aeropuerto de Barajas.

En declaraciones a la Cadena Cope, Cifuentes ha informado de esa detención aunque no ha aportado más detalles acerca de esa persona ni el contexto en el que la Policía Nacional ha llevado a cabo el arresto.

El vehículo ha sido recuperado, según han confirmado fuentes policiales Fuentes policiales han confirmado a 20minutos.es que el vehículo de la fallecida ha sido recuperado.

La mujer, coordinadora de Iberia, de 40 años, ha muerto hacia las 7.00 horas tras ser atropellada junto al aparcamiento de empleados de la terminal 4 de Barajas.

Este jueves por la mañana, la fallecida llegó, como todos los días, al parking de empleados conduciendo su Porsche Cayenne cuando un Seat Toledo la embistió por detrás. La mujer se bajó para revisar los daños ocasionados y rellenar el parte de accidente con el otro conductor.

Una hora después, los servicios de Emergencias certificaban su fallecimiento por parada cardiorrespiratoria.

Según el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional, el objetivo del atropello era hacerla salir del coche para robárselo. Todo apunta a que Raquel trató de evitarlo. En su huida, los ladrones no tuvieron miramientos y la arrollaron causándole las heridas que le provocaron la muerte.

En la glorieta de acceso al aparcamiento –por la que también entran los taxistas para estacionar en la bolsa de taxis–, varios de ellos la vieron cumplimentando los papeles del seguro junto a un hombre que llevaba una gorra, aunque en el Toledo había más ocupantes.

Luego, otros conductores observaron que se iniciaba un forcejeo, a lo que siguieron unos gritos de socorro, que escucharon los taxistas.

Según el testimonio de los taxistas, los asaltantes huían a toda velocidad con los dos vehículos en dirección a Paracuellos.

La fallecida trabajaba a pie de pista en tareas de coordinación tierra-aire y su trabajo consistía en informar a los pilotos del estado del pasaje, el combustible y el equipaje.

La noticia cayó este jueves como un jarro de agua fría entre el personal de tierra, especialmente entre sus compañeras, que declinaban hablar superadas por la congoja.