Un grupo de medio centenar de afectados por las participaciones preferentes y obligaciones subordinadas se han concentrado ante dos sucursales de Novagalicia Banco en el centro de Pontevedra y, posteriormente, organizaron una marcha hasta la Subdelegación del Gobierno y la Diputación Provincial. El portavoz del colectivo, Daniel Rabuñal, ha advertido que aumentará la afluencia de público en las protestas si se hace efectiva la quita del 70% u 80% de sus ahorros, un gravamen que calificó de "abusivo".

Los afectados volverán el próximo jueves a concentrarse ante las oficinas bancarias y, tras la marcha de esta jornada -la segunda de estas características desde que comenzaron las protestas-, amenazan con volver "a las puertas de los políticos" en la Subgelegación y la Diputación, argumentando que "son los que nos tienen que arreglar" esta problemática "satisfactoriamente para todos".

Rabuñal confía en la "imparcialidad" de los mediadores a los que acuden por la vía del arbitraje y explicó que "si hay acuerdo entre las partes no tiene por qué ir mal".

Con respecto a la iniciativa de la Diputación de Pontevedra de poner a su disposición la Oficina Provincial de Información al Consumidor (OPIC) para que presenten sus reclamaciones, el portavoz de los afectados agradeció esta medida que les proporciona "más servicio", puesto que son "miles". Desde principios de 2012, según el organismo provincial, la OPIC atendió 685 reclamaciones y consultas de este tipo.

"No vamos a salir de la calle mientras no haya una solución colectiva", ha asegurado Daniel Rabuñal, "y como apliquen la quita sería un expolio, robarnos toda nuestra vida", añadió. "Las elecciones nos dan igual y cada uno que vote por lo que quiera", señaló el portavoz de la plataforma de Marín-Pontevedra, "pero lo que queremos es recuperar nuestro dinero, como si tenemos que estar 15 años en la calle".

A ILLA

Por otra parte, un grupo de afectados de la plataforma en la comarca de O Salnés ha instalado una tienda de campaña delante de la sucursal de Novagalicia Banco en A Illa de Arousa.

La oficina cerró sus puertas y un agente de seguridad se dirigió a los promotores de la protesta para que depusieran su actitud. Finalmente y después de un forcejeo cuando uno de los afectados intentó acceder a la sucursal y un vigilante se lo impidió, se desplazó al lugar una dotación de la Guardia Civil, que les obligó a desmontar la tienda.

Los afectados permanecieron junto a la sucursal durante dos horas, en la propia acera, y manifestaron su intención de repetir su acción en la jornada del viernes.