Juventudes Regionalistas de Cantabria (JRC) ha asegurado este martes que las restricciones anunciadas por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para los perceptores de la ayuda de 400 euros del Plan Prepara suponen "un nuevo ataque contra los jóvenes", un sector de la población con el que "se ceban" los recortes del Partido Popular y que "cada día que pasa se ve abocado a una mayor dependencia familiar".

Así lo ha denunciado el secretario general de JRC, Jorge Puente, quien ha destacado que la juventud es "la gran pagana de la crisis económica, pese a no haber tenido ninguna responsabilidad en su gestación".

"Somos los mayores damnificados de esta crisis y de las políticas de recortes y restricciones que está llevando a cabo el PP y ya está bien de tanto hachazo", ha apostillado.

En este sentido, ha recordado que a las limitaciones a la hora de optar a las ayudas del Plan Prepara se suman las consecuencias de la reforma laboral, las restricciones en el acceso a la sanidad, el recorte de las rentas de emancipación, la subida de las tasas universitarias y el descenso de las becas, entre otras medidas "restrictivas" y que cada día "cierran una nueva puerta a quienes sólo aspiran a iniciar su propio proyecto independiente de vida".

Asimismo, ha destacado la incidencia que la reducción del número de beneficiarios jóvenes de la ayuda de 400 euros tendrá para las "ya diezmadas" economías familiares y el "empobrecimiento" que provocará para quienes "viven con sus padres o abuelos por necesidad y no por capricho, como consecuencia de la falta de empleo, de los desorbitados precios de la vivienda y de la falta de apoyos para una emancipación real".

"Convertir en agravante el hecho de vivir con la familia constituye una nueva persecución contra los jóvenes españoles, después de haberlos abocado a sufrir una tasa de paro que cuadriplica la tasa mundial", ha agregado.

Finalmente, el secretario de Juventudes Regionalistas ha defendido el derecho de la juventud a "estudiar, formarse, trabajar y emanciparse", por lo que ha reivindicado "un giro de 180 grados en las políticas del PP", ya que de lo contrario "las nuevas generaciones tendrán que construir sus vidas fuera de España, frustradas y resignadas mientras en su país se las criminaliza y se las sacude con medidas tan injustas".