El escritor estadounidense James Thompson, conocido como el autor americano de novela más negra, empieza a ser descubierto por los lectores de su país años después de haberse convertido en líder de ventas en los países del norte de Europa contando los crímenes de Finlandia, donde reside.

Minucioso en los detalles, acostumbra a describir los escenarios reproduciendo con rigor aquellos lugares de la ciudad que conoce como si fueran propios.

Thompson narra los sucesos con un lenguaje descarnado, casi cruel porque, como él mismo ha explicado, no le gusta "edulcorar los hechos".

La vida de este hombre nacido en Kentucky en 1967 tiene algo de azarosa y su espíritu aventurero lo llevó a viajar por el mundo y ganarse la vida en diversos oficios puesto que ha sido camarero, fotógrafo, numismático y hasta portero de discoteca.

El amor de una mujer lo asentó en Finlandia, donde la casualidad quiso que conociera a un agente literario a quien dio a leer sus novelas inéditas que rápidamente fueron publicadas y vendidas como pan caliente.

Thompson, que participa como invitado en la Semana Negra de Gijón, había sido desahuciado por las editoriales de Estados Unidos a las que había presentado sus textos antes de emigrar, pero ahora el mercado editorial "yanqui" le recibe con los brazos abiertos.

Dos son las novelas de Thompson que se han publicado en español, Ángeles en la nieve y El noveno círculo de hielo, y ambas están protagonizadas por el inspector de Policía Kari Vaara, que se ha convertido en un personaje que difícilmente puede imaginarse fuera de la obra de este autor.

Está convencido de que su historia es la de una "cenicienta literaria" porque a las pocas semanas de entrar en contacto con un agente literario tenía un contrato para publicar dos novelas.

Se ha compenetrado tanto con la sociedad en la que vive que ha logrado narrar sus crímenes como solo un finés puede hacerlo, hasta el punto de que las editoriales han decidido presentarlo como un escritor nativo.

Thompson ha revelado algunas claves al afirmar hoy en la Semana Negra que la criminalidad en Finlandia es distinta a la de cualquier otro país del mundo y sobre todo a la de Estados Unidos.

En las tierras próximas al Ártico no se mata por dinero, se asesina por celos, despecho o por el estado de exaltación que provoca un consumo excesivo de bebidas alcohólicas, ha comentado.

Curiosamente un país que tiene una tasa de criminalidad muy alta y el mayor número de armas de fuego por habitante del mundo, porque la tenencia es legal, se producen muy pocas muertes por disparos, ha explicado.

El cuchillo de caza es el arma asesina que suelen utilizar los criminales en Finlandia. La crudeza de sus relatos no encierra ningún simbolismo, simplemente es producto de una realidad social que no quiere adornar "porque los hechos son los que son", ha manifestado.

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