No llegó Rihanna.  No fue una sorpresa: se sabía desde el  lunes. Pero aún así, la ausencia de la de Barbados, que no acudió a la cita por el fallecimiento de su abuela, se dejó notar el jueves en el festival Rock in Río.   La afluencia de público fue mucho menor que en la inauguración del sábado anterior, cuando se llegaron a congregar unas 42.000 personas en torno la Ciudad del Rock en Arganda del Rey (Madrid) para ver a Lenny Kravitz y Macaco.

Como consecuencia, en esta segunda jornada había metros de césped flamante, artificial y libre para retozar y restregarse buscando un escalofrío fresquito en la espalda. Y familias enteras bebiendo refrescos –la cerveza es cara-; y adolescentes cándidos y sonrientes en shorts agitando con emoción la melena.  Lo hicieron tanto con los temas de Calvin Harris –una máquina de hits, quizá pregrabados, que arrastran al baile- como con las composiciones de Amaia Montero.

La vocalista vasca entonó varios de sus temas en solitario y otros tantos de los de su etapa en La Oreja de Van Gogh mientras paseaba de un lado al otro del escenario con mucha resolución sobre unas plataformas plateadas y con un afinamiento a veces bueno y, otras, no tanto.

Todas las actuaciones fueron recibidas con entusiasmo y muy aplaudidas. ¿Era tan importante que el cartel estuviera ligeramente desnutrido?

A unos 200 metros del Escenario Mundo, el principal, que también acogió la actuación certera de Swedish House Mafia, ese trío sueco de productores superventas, se encontraba el espacio 'Electrónica'. Si bien ese género dominó la velada y todas las plateas, algunos prefirieron las sesiones que Dj como Miguel Vizcaíno protagonizaron en esa área. Allí brillaron los éxitos de David Guetta, las gogos de indumentaria escasa pero fluorescente y unos robots zancudos y recorridos por bombillas que accedían a posar con los festivaleros.

Por el camino entre la cabina de unos y el escenario de otros, Kiko Rivera (Paquirrín) atraía a los fotógrafos del corazón mientras pinchaba en un pequeño set una colección de éxitos imbatibles. Junto a él, su novia, Jessica Bueno, reposaba el embarazo sobre una silla.

La tirolina, la noria, el stand de Brasil –que provocó grandes colas al regalar camisetas-, los forzudos contratados por la organización para subir a hombros a las festivaleras bajitas o la amplia zona de avituallamiento con pizzería, venta de bocadillos y tortillas de maíz, fueron otras de las atracciones del día en un lugar en el que se recomienda llevar gorra si se va a asistir antes de las 21.00.

La jornada de este viernes contará con las actuaciones de David Guetta y Pitbull, que ejercerán de cabezas del programa. Se espera que sea el día con mayor afluencia de público mientras la electrónica sigue fluyendo en un festival que se asemeja cada vez más a una agradable y familiar rave. ¡¡Arriiiiiba!!