España, con la generación de futbolistas más brillante de su historia, disputó su tercera final en cuatro años de éxito, en la Eurocopa 2012, ante la Italia de la resurrección.

España-Italia fue la gran final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania. La justa. Dos selecciones que arrancaron midiendo fuerzas el campeonato, en ese primer día en el que todos temen perder y el miedo puede a la valentía. La 'roja' ha sabido competir. Ha realizado una Eurocopa perfecta con la base en su defensa. Un solo gol encajado es el impulso para el triunfo.

Casi nadie esperaba que Italia alcanzara la final. Sobre todo, con los problemáticos comienzos en la preparación de la Eurocopa. Poco más de una semana antes de viajar a Polonia, el escándalo de las apuestas deportivas del "Calcio" salpicó a algunos jugadores que estaban en la concentración de Coverciano. En esta ocasión el seleccionador, Cesare Prandelli, afirmó que si era necesario se marcharían del torneo continental para limpiar la imagen del fútbol italiano.

El defensa Domenico Criscito tuvo que hacer las maletas y abandonar al equipo.Así comenzó Italia la Eurocopa. Sabe cómo lidiar con asuntos de este calibre. En 1982 y en 2006, situaciones similares acosaron a los transalpinos y aún así lograron dos Mundiales. Ahora, tampoco ha afectado y poco a poco han ido pasando rondas en Polonia y Ucrania hasta plantarse en la final.

Lo han hecho con momentos de buen fútbol y superando las lesiones de algunos jugadores que, para enfrentarse a España se recuperaron. Los primeros, Daniele De Rossi y Giorgio Chiellini, que ante Alemania en semifinales ya demostraron haber superado sus problemas. También estuvieron listos para jugar los laterales derechos Ignazio Abate y Christian Maggio.

Italia casi logra la Eurocopa, pero España se ha interpuesto. Aún así, la trayectoria de la 'azzurra' en este torneo es digno de elogio.