Empezó siendo una chica yeyé y se ha convertido en una dama del teatro. A sus 72 años, Concha Velasco puede presumir de llevar un ritmo de vida frenético: canta, baila, interpreta y saca tiempo para estar con su nieto, a quien tiene la intención de hacer adicto al cine. Es una mujer carismática, que se transforma en el escenario, y así lo transmite en el musical Concha, yo lo que quiero es bailar, con el que está de gira por todo el país.

Es una de las actrices más queridas de España. ¿Cómo lleva ese reconocimiento?

Si eso fuera así, empezaría a dar besos por la calle sin parar. Agradezco mucho el cariño.

El título es una frase suya...

La decía cada vez que tenía un disgusto amoroso.

¿Cómo era aquella niña que quería bailar?

Siempre he sido mayor. Cuando hice la comunión en Marruecos, ya lo estábamos pasando mal. Me di cuenta de que no era una niña. Solo lo he sido a través de mis hijos y mi nieto.

La danza en su vida ha sido...

Me ha hecho ser una actriz muy completa. Las clases no eran solo técnicas, tenía que ir incluso al museo y explicar lo que me transmitía una obra a través de la danza. Y claro, yo siempre elegía Las Meninas, que es mi obra preferida.

En esta obra habla de fracasos. ¿Qué ha sido lo más duro?

Cuando de repente lo pierdes todo, económicamente hablando. Volver atrás es duro, pero intento ver el vaso medio lleno, que no me quiten la alegría (repite la frase mientras canta una de sus canciones).

¿Sigue siendo una chica yeyé?

Ya no soy chica, pero sí que me siento muy orgullosa de esa canción. Lleva años divirtiendo a generaciones.

En una escena sale con su bolso. ¿Nunca se separa de él?

Una vez presencié un atraco en un banco de Alicante. Tuvimos que arrastrarnos por el suelo mientras nos apuntaban con metralletas, y ni así lo solté. Llevo cosas importantes para mí, incluso las notas de selectividad de mis hijos.

¿Antes muerta que sencilla?

No quiero que nadie me vea mal. Si llaman al timbre de mi casa y no estoy pintada, no abro la puerta. No me gusta que me sorprendan. Lo primero que hago cada día al levantarme es pintarme el lunar, los labios de rojo y echarme colonia. Lo heredé de mi madre.

Pero en 'Gran Hotel' salía sin maquillar...

Solo llevo la cara lavada cuando el personaje lo requiere. Cualquier día, cuando se descuiden, me voy al camerino a pintarme.

¿Teme que baje el telón?

Lo único que temo es tener una mala salud y darles ese disgusto a mis hijos. Cuando llegue, podré volver a leer todo lo que he leído tan deprisa y tendré tiempo para estar conmigo misma. Me lo paso muy bien.

¿Un sueño por cumplir?

Se me han quedado muchos personajes en el camino, pero me hubiera gustado hacer un musical sobre La Celestina. Es un proyecto que se quedó en el aire. ¿Alguien se atreve?

Nació en VAlladolid hace 72 años. Empezó a trabajar a los 14. Tiene dos hijos y un nieto. Se considera muy urbana y prefiere la playa a la montaña.

Las Palmas de Gran Canaria (desde el 15 al 17 de junio), Santa Cruz de Tenerirfe (del 22 al 26 de junio), Santa Cruz de la Palma (29 dej unio), Tarragona (3 de agosto) y Manresa (27 de agosto),