El auge de la anorexia deja pequeño su centro de día

El Ayuntamiento busca otro local. Cada vez hay más niños y mayores con este trastorno. La asociación que ayuda a los enfermos recibe 7 llamadas al día.
El incremento de los casos de anorexia y de bulimia ya ha dejado pequeño el local de la asociación que se encarga de atender estas dos enfermedades en A Coruña, Abac. Tanto, que ayer arrancaron el compromiso del alcalde para que les busque una nueva ubicación que funcione como centro de día.

La entidad ha atendido, en sus 10 años de vida, a 800 enfermos y ha asesorado a sus familias. Y su teléfono suena una media de 200 veces al mes –7 al día– para solicitar información: «Son de familiares, amigos e incluso de responsables de comedores escolares», cuenta Mar, secretaria de la asociación. Pero no sólo para preocuparse por chicas adolescentes: «La anorexia y la bulimia ya no tienen edad ni estructura social, ya hay muchos chicos y hasta personas mayores», dice.

Junto con la obsesión por adelgazar o la de comer sin parar, los síntomas que acompañan a anoréxicos y bulímicos son las caries, el mal carácter, el aislamiento social o la pérdida de la regla, en las chicas. «No hace falta vomitar para padecer bulimia», aseguran en Abac.

Contra estos síndromes, en la asociación emplean una terapia intensiva dentro de su centro de día. Le dan al paciente unas comidas mínimas, pero además le aplican terapia –con psicólogos o psiquiatras– sin que éste tenga que abandonar su casa, sus estudios o su propio trabajo.

Tratamiento de referencia

Junto con otra asociación de anorexia y bulimia de Barcelona, es la única asociación que apuesta en España por un tratamiento ambulatorio para los pacientes, que vienen desde León, Asturias o Madrid.

Para solicitar información puede visitar su sede, en el número 6 del Cantón Grande, llamando al teléfono 981 223 792 o a través de la web www.abacoruna.com

Prevención entre los más pequeños

Además de un local más grande para tratar a los pacientes, Abac le ha planteado al alcalde otras iniciativas contra estos trastornos. Entre ellas, campañas de prevención con alumnos de 2º y 3º de la ESO por varios centros escolares de la ciudad. Y es que es desde estas edades –de 10 a 12 años– cuando se dan los primeros casos de anorexia. Por medio de charlas y talleres educativos. También colocan trípticos informativos en las farmacias, aunque aseguran que los coruñeses son reacios a cogerlos, sobre todo cuando hay más personas en el establecimiento, «por la mala imagen que todavía tienen estos trastornos».

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