Rocamador era un hotel rural de cuatro estrellas, ubicado en la dehesa extremeña, en un antiguo convento franciscano, por el que pasaba la flor y nata del artisteo relacionado con la familia Bosé, entre ellos la actriz Aitana Sánchez Gijón –que celebró allí su boda con el pintor argentino Guillermo Papin– o el cantante Alejandro Sanz, que fue accionista.

Ahora ha pasado a engrosar la lista de establecimientos que han tenido que cerrar por culpa de la crisis, según confirmaba ayer a Vanitatis Carlos Tristancho, exmarido de Lucía Dominguín Bosé y copropietario, junto con ella, del establecimiento, en el que también llegó a estar involucrado Miguel Bosé, el hermano de Lucía.

Aunque Rocamador ha dejado de ser un hotel al uso, seguirá funcionando como lugar de bodas y banquetes, según la misma fuente, que indica que en estos momentos únicamente atiende compromisos derivados de una relación personal con los dueños, o bien eventos de personas que tienen especial ilusión en celebrar algún acontecimiento en el enclave. "Se alquila como un favor y otra empresa se encarga del catering. En estos momentos, y hasta finales de agosto, estoy buscando un inversor, porque de otra forma, habría que vender el hotel", declaró Tristancho.

Este revés se une al hundimiento del negocio de jamones ibéricos del cantante, Monsalud Montánchez, que entró en concurso voluntario de acreedores unos dos meses atrás, y la clausura del famoso Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo de Turégano (Segovia) de su madre, Lucía Bosé.