Las sanciones por infracciones de circulación cuando se va en bicicleta tienen el mismo valor económico que cuando se maneja un coche o una moto. Así, si un ciclista hace caso omiso a un semáforo en rojo, la multa que le pueden imponer es de 200 euros. Igual que si lo hubiera hecho un coche. Esta circunstancia ha suscitado decenas de quejas de ciclistas.

"Se viola el principio de proporcionalidad en la imposición de una multa", afirma el abogado de la Associació per la Defensa de la Bicicleta, Roberto Castro. En este sentido, lamenta la "torpeza" que supone "operar con una PDA, en la que un agente llena unos campos que son los mismos para un coche, una bicicleta o una moto". Castro asegura que cada año recibe entre 300 y 500 sanciones a ciclistas y que "la mayoría de ellos están indignados por cómo les han multado".

Por su parte, la Associació d’Amics de la Bici reitera que ellos también reciben "un gran número de quejas" de ciclistas multados. "No damos abasto", indica. Y pide que se tome como ejemplo el caso de otras ciudades, como Bruselas, donde las multas más elevadas a ciclistas son de tan sólo unos 30 euros.