Europa llega a la Luna

Las claves:
  • La primera misión europea al satélite ha concluido con éxito.
  • Servirá para dilucidar el origen del satélite.
  • Ha probado tecnologías que se usarán en futuras misiones.
Recreación de la nave SMART-1
Recreación de la nave SMART-1
ESA
Recreación de la nave SMART-1

Con el impacto de la nave SMART-1 sobre la superficie de la Luna, la Agencia Espacial Europea (ESA) concluyó este domingo su primera misión lunar en la que ha tratado de dilucidar el todavía desconocido origen de este satélite.

Además, SMART-1 ha probado nuevas tecnologías que se utilizarán en futuras misiones espaciales.

Esta misión finalizó hoy con el impacto controlado de la nave sobre la superficie de la Luna en el lago de Excelencia, situado en el Polo Sur de la cara visible del satélite, informó la ESA.

El choque de la nave europea con la Luna dejó como recuerdo un cráter de entre cinco y diez metros de diámetro y un metro de profundidad.

El satélite espacial comenzó a caer a una altitud de menos de 300 kilómetros de la Luna y a una velocidad de dos kilómetros por segundo.

Impacto con retraso

Los ingenieros de la ESA habían retrasado el impacto, previsto inicialmente para el 17 de agosto en la parte no visible de la Luna.

Estos expertos ejecutaron varias maniobras para permitir que se produjera en la cara visible y que los astrónomos pudieran ver el choque.

La colisión sólo fue visible en EEUU y en el Pacífico.

En su observación han participado los observatorios españoles de Calar Alto (Almería) y el Optical Ground Station de la ESA en Tenerife (islas Canarias).

El objetivo principal de la nave SMART-1, que ha costado 110 millones de euros (140 millones de dólares), ha sido probar tecnologías, como el sistema de propulsión iónico, que se usará en futuras misiones planetarias, por ejemplo, a Mercurio.

Una misión de tres años

La SMART-1 (acrónimo en inglés para Pequeñas Misiones de Tecnología e Investigación Avanzadas, también significa en inglés inteligente) fue lanzada al espacio en septiembre de 2003, un año después alcanzó la órbita lunar, y posteriormente su posición definitiva de trabajo en torno a la Luna.

La nave ha recorrido cien millones de kilómetros consumiendo sólo cincuenta litros de carburante, gracias al ahorro que permite este motor de propulsión iónica.

Además, la SMART-1 ha probado nuevas técnicas para lograr la navegación autónoma de los vehículos espaciales y nuevas tecnologías en el segmento terreno, por ejemplo, de observación de información de satélites a través de internet y PDA (Personal Digital Assistant).

El origen de la Luna

Al mismo tiempo, la misión SMART-1 va a aportar pistas sobre el origen de este todavía misterioso satélite.

Una de las teorías actualmente más aceptadas para explicar la formación de la Luna es el posible impacto de la Tierra con un asteroide gigante del tamaño de un planeta durante la formación del Sistema Solar.

El espectrómetro de rayos X D-CIXS, uno de los instrumentos que la nave lleva a bordo, ha detectado calcio, aluminio, magnesio y silicio en la superficie de la Luna.

Desde que a finales de los años 60 y principios de los 70, los astronautas estadounidenses del Apolo trajeron las primeras rocas de la Luna, los científicos han encontrado un gran parecido entre esas piedras lunares y las encontradas la Tierra.

El viaje de la SMART-1 a la Luna duró algo más de un año, mucho tiempo si se tiene en cuenta que desde la Tierra se puede llegar en pocos días con una propulsión convencional.

Pero el sistema de propulsión iónica que usó esta sonda no proporciona el fuerte impacto de los lanzadores con combustible químicos, por lo que la SMART-1 giró alrededor de la Tierra en una órbita elíptica, usada generalmente por satélites de telecomunicaciones, y aprovechó varios impulsos gravitatorios hasta que finalmente se acercó a la Luna y fue capturada por su gravedad a mediados de noviembre de 2004.

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