Ángeles Pedraza ha sido reelegida presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), según han informado fuentes de la organización.

Antes de que finalizaran las votaciones en la asamblea celebrada por la organización en Madrid, la candidatura encabezada por Paulina Cerezo ha sido retirada, indicaron las mismas fuentes.

Pedraza presidía desde 2010 la AVT, la mayor asociación de víctimas del terrorismo en España, y volverá a desempeñar el cargo durante otros dos años.

Al término de la asamblea de asociados de la AVT, Pedraza ha manifestado que para ella este nombramiento era muy especial al contar con el voto de casi todos los asociados que "otra vez han vuelto a demostrar toda su dignidad".

Se ha referido concretamente a la reacción que han tenido los miembros de la candidatura alternativa encabezada por Cerezal, y que finalmente se han retirado después de las "graves acusaciones y a pesar de todo lo que han intentado durante las últimas semanas" para impedir su reelección.

Pedraza ha aplaudido "la grandeza que ha tenido su rival" en esta elección de los dirigentes de la AVT al anunciar que se retiraba dado que "las cuentas, gestión y memoria contaban con casi el cien por cien del respaldo de los asociados". La presidenta electa de la AVT ha ofrecido todo su "apoyo" a Cerezal porque ha precisado, tiene "la puertas abiertas" de la Asociación si "tiene tantas ganas de trabajar".

Pedraza ha mostrado su sorpresa porque traía "pruebas de todo" para defenderse de "tantas acusaciones" que había vertido contra ella la otra candidatura, mientras que nadie le ha planteado ninguna pregunta sobre su gestión.

Juan Antonio García Casquero, víctima de un atentado en 1992, renunció a ser reelegido en 2010 por motivos personales, lo que supuso que Ángeles Pedraza, entonces su vicepresidenta, se pusiera al frente de la organización.

En estos dos últimos años, la asociación ha logrado que el Congreso aprobara la Ley Integral de Víctimas del Terrorismo que aúna en una sola norma toda la normativa de atención a las víctimas y las reivindicaciones de los colectivos afectados.

Entre las demandas de la AVT, la ley incorpora el compromiso del Estado de perseguir "la derrota definitiva, incondicional y sin contrapartidas" de ETA, defiende el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas y reconoce como víctimas del terrorismo a hermanos, abuelos y nietos de las personas afectadas por atentados, y también a las víctimas ilesas a efectos honoríficos.

Con todo, treinta años después de su fundación, la organización lamenta que queden todavía objetivos pendientes: el esclarecimiento de más de 300 asesinatos de ETA sin resolver y, sobre todo, la derrota total e incondicional de la banda.