La final de la Copa del Rey ganada por el Barça ante el Athletic ha dejado una vez más la imagen de dos aficiones unidas contra la representación de la Casa Real y el himno español.

Cuando los jugadores saltaron al campo y el Príncipe Felipe llegó al palco, la megafonía del estadio se preparó para una estruendosa pitada que tapó por completo un himno en versión corta (27 segundos) que apenas se escuchaba.

Sin embargo, las dudas rodean la acción de Televisión Española. En su emisión, el himno se escuchó perfectamente, y solo unos pocos pitos se dejaban intuir.

Pero la realidad a pie de campo fue muy distinta, donde apenas se podía apreciar el himno y sí la monumental pitada, que en esta ocasión también iba dedicada a Esperanza Aguirre por asegurar que la final debía suspenderse.

Televisión Española se defiende afirmando que emitió la señal "siguiendo las pautas habituales en eventos deportivos de esta naturaleza". La dirección quiere aclarar que hay dos señales: "la del propio himno, procedente directamente de la mesa de sonido que genera la organización y que aparece en un primer plano de audio; y la segunda, procedente del ambiente del estadio que captan los micrófonos de TVE situados en el césped del campo, en un segundo plano".

La cadena pública asegura que se han regido por criterios "estrictamente profesionales", y aáde que la señal que captan y emiten los distintos medios "no tienen por qué coincidir", ya que dependen del punto de origen del sonido.